Sandra Barneda tiene mucha razón en sus palabras. Las cifras que recoge Amnistía Internacional dejan a la vista que todavía queda un gran recorrido por delante. 13 estados contemplan la pena de muerte para los actos sexuales consentidos entre personas del mismo sexo, y 72 lo criminalizan.
"Países como Indonesia, el pasado mes de mayo, daban 83 azotes públicamente con una vara a dos hombres por haber tenido relaciones sexuales. A Amnistía Internacional le preocupa que se estén produciendo algunos retrocesos. Por ejemplo en Europa, continúa el debate en países como Georgia, Rumanía o Lituania para restringir la definición de matrimonio como la unión entre hombre y mujer dentro de sus legislaciones. O en Chechenia, más de un centenar de hombres considerados gais han sido detenidos, humillados y torturados, y no se garantiza su seguridad. En América el número de personas trans asesinadas sigue siendo muy elevado, y la mayor parte de estos crímenes quedan impunes", manifestó Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.