{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El verano ha llegado oficialmente. Tras meses de confinamiento por la pandemia que ha provocado el coronavirus, la “nueva normalidad” viene acompañada de buen tiempo, días más largos y todos los planes que no hemos podido realizar en estos últimos meses. Sara Carbonero no ha tardado en estrenar la temporada y lo ha hecho junto a dos de sus mejores amigas en Oporto con un día de playa.
Sentada sobre unas escaleras de madera, con el sol de frente y mirando al mar, la periodista daba la bienvenida al verano 2020 asegurando que comienza una temporada de “días bonitos y sin fin”. Lo hacía junto a Irene Carrasco y Blanca Antón, dos de las personas que se han convertido en amigas tras cinco años viviendo en la ciudad de Oporto. Con ellas disfrutaba también hace unos días de una salida de chicas nocturna.
“Las vigilantes de la playa”, como ella misma ha definido, posaban sentadas en la arena y mirando al mar. Un pose que desprende “naturalidad”, como irónicamente ha descrito la periodista, y con la que deja ver los cinco años que llevan juntas y en los que han vivido “muchas cosas”. Lo cierto es que estos últimos meses han sido de muchos cambios para la mujer de Iker Casillas. Hace tan solo unas semanas, Sara lucía su nueva imagen con el pelo corto, un aspecto que llegaba un año después de haberse sometido a una operación tras diagnosticarle un cáncer de ovario.
La periodista, para un día de playa con amigas, ha elegido un mono cortito de color verde agua, gafas de sol, la bisutería que luce habitualmente y un sombrero de paja, un complemento que suele llevan en muchos de sus looks. Hace unos días, Carbonero posaba con este mismo complemento marcado por un estilo cowboy que dejaba al descubierto uno de sus tatuajes: ‘Saudade’.
Tras un tiempo de pausa obligado, la periodista retomaba su trabajo convirtiéndose en la última portada de la revista Elle. Unas fotografías donde muestra su nuevo look y, además, una entrevista donde confesaba algunas de las grandes lecciones de vida que ha aprendido en este último año, lleno de retos y momentos complicados para la pareja. Sara desvelaba que la vida no le ha enseñado nada que no supiera antes, pero sí que descubierto que “no se puede controlar todo y que hay que vivir el presente intensamente”.