Sara Carbonero está de enhorabuena y su corazón “tiene motivos para estar feliz”. Unicef le ha nombrado embajadora de su organización y la periodista ha querido agradecerlo con unas emotivas palabras en sus redes. Además, ha recordado su último viaje a África, donde también cuenta que no le ha sido posible regresar este verano debido a su enfermedad: “La vida quiso que en esta ocasión tampoco pudiera llevar a cabo el viaje, así que la noticia llegó en forma de llamada”, empezaba diciendo.
Sara ha querido agradecer y expresar todo lo que esto significa para ella en una carta acompañada de unas fotos de su último viaje a Senegal en septiembre de 2017, cuyas mejores imágenes de su trabajo allí puedes recordar dándole play al vídeo que encabeza esta noticia. También ha contando los proyectos que tenía con la organización, lamentando que no pudiera llevar a cabo ninguno de los dos viajes al continente africano que tenían previsto, suponemos que por el mal momento de salud que está pasando por el tratamiento contra el tumor de ovario del que ha sido intervenida. A eso se suman los problemas de salud que atravesó su marido Iker Casillas hace unos meses, aunque ahora ya ha vuelto a los entrenamientos. Vicisitudes que no le han quitado ni un grado de optimismo y fuerza a todos los mensajes que Sara transmite en sus redes sociales y apariciones públicas.
“La vida quiso que en esta ocasión tampoco pudiera llevar a cabo un viaje con el que llevaba soñando mucho tiempo, como ya me pasó en octubre, así que la noticia llegó en forma de llamada y no pude más que emocionarme al saber que el Patronato de Unicef había aprobado mi nombramiento como Embajadora de Unicef Comité Español”, contaba Sara.
Pero esta noticia sorpresa ha hecho que la periodista tenga otro motivo más para sonreír, algo que no ha querido dejar de agradecer: “Dicen que el agradecimiento es la verdadera sonrisa del corazón y hoy el mío tiene muchos motivos para estar feliz. Me siento inmensamente agradecida y con una gran responsabilidad. A todos aquellos que formáis parte de Unicef quiero daros las gracias por vuestra generosidad al dejarme formar parte de esto”.
Aunque Sara ya colaboraba con la organización desde hace varios años, ahora tiene un nuevo papel como embajadora y con los niños: “Desde aquí me comprometo a seguir ayudando y que caminemos de la mano con paso firme para cambiar el mundo. Esto solo acaba de empezar”, aseguraba tras agradecer a la fundación todo lo que hacen por la vida de los niños y por contar con ella.
Fue la propia Sara la que desveló en su cuenta oficial de Instagram que días los médicos le encontraron un tumor maligno de ovario del que ya había sido operada el pasado mes de mayo. Con otra carta llena de fuerza y optimismo, confesaba que aún le cuesta escribir "esa dichosa palabra de 6 letras": "Todo ha salido muy bien", aseguraba.
Desde entonces ha seguido con su vida cotidiana. La periodista tampoco ha abandonado las redes sociales e incluso hemos podido verla en el bautizo del hijo de su amiga Isabel Jiménez o bailar al ritmo de la flaca.