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A día de hoy nos sentimos seguros cuando hacemos la compra y en nuestra cocina entran todo tipo de alimentos. Sean frescos o envasados, sabemos que han pasado por rigurosos controles de seguridad, y que hay científicos y expertos supervisando cada paso que da un alimento antes de estar en condiciones óptimas para su consumo.
Se trata de una cadena de seguridad en la que la ciencia juega un papel esencial. La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria están causados por bacterias procedentes de alimentos crudos, como la carne, que han entrado en contacto con alimentos listos para el consumo. Por lo tanto, la sanidad animal es uno de los puntos de origen para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos, como la salmonela o la listeria.
Su origen está, como te contamos, en los productos frescos, como la carne, el pescado, las frutas y verduras, los cereales e, incluso, las especias. Determinadas bacterias pueden
encontrarse en ellos y llegar hasta nosotros, aunque eso a día de hoy es cada vez más complicado, Para ello trabajan los científicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), desarrollando programa de éxito que ayudan a controlar la propagación de enfermedades relacionadas con los alimentos.
Junto a la EFSA, colaboran los Estados miembros de la UE, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, la EFSA y el ECDC (Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades), y el resultado es, como bien sabes, que llenar el carro de la compra es hoy más seguro que nunca. Para concienciarnos de ello, estas entidades unidas han lanzado la campaña #EUChooseSafeFood, que nos recuerda que podemos estar tranquilos cuando consumimos alimentos dentro del marco de la Unión Europea. Y para que no te falte ninguna información, te contamos cuáles son las enfermedades más habituales y cómo se previenen y erradican.
Es, posiblemente, la más conocida. Es causada por una bacteria llamada salmonela, y puede transmitirse directa o indirectamente entre animales y seres humanos. Es una de las causas más comunes de los brotes de enfermedades de origen alimentario, y los síntomas agudos son fiebre, diarrea y calambres abdominales.
Los alimentos en los que suele encontrarse con huevos y carne cruda de cerdo, pavo y pollo, aunque también puede propagarse a los seres humanos a través de alimentos contaminados.
Para proteger a los consumidores de la salmonela, la UE ha adoptado un enfoque integrado de la seguridad alimentaria desde el campo hasta la mesa. Los controles y estudios realizados, unidos a las campañas para informar a los consumidores, han logrado que los contagios por salmonela se hayan reducido casi a la mitad desde 2003.
Es una enfermedad poco común, pero suele ser grave. Causada por una bacteria de la familia de las listerias, se contrae normalmente al comer alimentos contaminados, entre los que pueden encontrarse los quesos tiernos, los embutidos y pescados. Se trata de una bacteria muy resistente que puede multiplicarse en temperaturas frías y tolera los ambientes salados. Por lo tanto, manipular los alimentos de manera segura es esencial para garantizar la salud pública.
Por ello la EFSA vigila la presencia de listeria en la cadena alimentaria de toda la Unión Europa, evaluando la prevalencia y los niveles de esta bacteria en todos los alimentos que puedan contenerla. Al mismo tiempo, analiza cuáles son los factores de riesgo para que aparezca y crezca en estos alimentos.
La EFSA los organismos asociados a ella trabajan para que evitar las enfermedades alimentarias, cualquiera de ellas, pero el último paso para prevenirlas nos corresponde darlo a nosotros como consumidores. Así que no te olvides nunca de:
● Lávate las manos con agua y jabón antes y después de manipular huevos o carnes crudas
● Mantener siempre una buena higiene en la cocina
● Guardar los productos refrigerados por debajo de 5 °C
● Lava correctamente las frutas y verduras
● Separa la carne cruda del resto de alimentos
● Cocina los alimentos a temperaturas seguras