No están siendo días fáciles para Tamara Gorro. Lo que parecía una leve infección en un dedo se ha convertido en una pesadilla de la que no encuentra salida. El cumpleaños de su chico Ezequiel Garay, al que le ha organizado una superfiesta inspirada en 'Gran Hermano' por sus 33, tan solo fue una pequeña distracción con la que olvidarse del fuerte dolor que siente desde hace unos días.
"Se me ha cortado el rollo", ha explicado a su familia virtual una vez finalizado el evento que ella misma se ha encargado de planificar. "He estado muy chunga y he hecho como que no pasaba nada: una gran irresponsabilidad", ha asumido con tono serio. Con estas palabras, la influencer anunciaba su intención de acudir a urgencias para dar con una solución. A su vuelta a casa, desde el coche, Tamara no ha podido evitar derrumbarse ante la cámara y sincerarse como nunca sobre cómo se encuentra.
Siguiendo esa estela de ser espontánea con sus seguidores de Instagram, la Gorro se ha decidido a contar toda la verdad. "Tengo un disgusto... No sabéis qué llorera llevo. Me han pinchado un poco, me han empezado a apretar y he visto las p**** estrellas". Su primera opción a barajar, que era que hubiese pus bajo la uña, la han descartado. Algo que solo ha hecho aumentar su preocupación: "Ya no sé qué mierda tengo. Estoy desesperada, no sé qué hacer. Me encuentro muy mal".
El motivo por el que ha querido contarlo ha sido dar una respuesta a los miles de comentarios de preocupación que le ha enviado su familia virtual. "Gracias, os amo", les ha dedicado con voz entrecortada y lágrimas en los ojos. Uno de los principales problemas que ha derivado esta infección tiene mucho que ver con los antibióticos. Tal y como recogimos la semana pasada, Tamara Gorro no está reaccionando bien a los mismos.
Ahora, a la tercera, la madre de Shaila y Antonio tenía esperanzas de que en esta ocasión lo toleraría bien y no le provocaría más insomnio y vómitos. Sin embargo, lejos de lo que ella pensaba, su primera noche con el tercer antibiótico no ha sido nada agradable. "Estoy supermala, tengo unas ganas de vomitar brutales. He llevado a los niños al cole y estoy en el sofá porque no puedo más.