No están siendo días fáciles para Tamara Gorro. Pero muchísimo menos para los padres de Valeria, su 'princesa', que se encuentran viviendo una "situación extrema" después de que su hija recayese en el cáncer infantil que le diagnosticaron cuando tenía cinco años. A pesar de que en octubre de 2020 pensaron que la pesadilla había terminado, la enfermedad ha vuelto y todos, incluidos la influencer, su marido Ezequiel Garay y sus hijos Shaila y Antonio se han desplazado hasta Barcelona para que la pequeña, que es una más en la familia, vuelva a luchar de la mano de los que para ellos son los mejores especialistas.

Adelantándose a los comentarios, que también se dan en casos de tanta gravedad como este, la excolaboradora de televisión se vio obligada a aclarar su presencia y la de los suyos en la ciudad condal. Su principal aportación es darles "fuerza", "compañía", "un toque de locura" y "energía positiva", características muy presentes en la personalidad de la de Móstoles. También están con ellos para cuidar de Martina, la hermana pequeña de Valeria. Sin embargo, cuando Tamara se encuentra sola y no se ve en la obligación de ser un bastón para todos, esta coraza desaparece.

Así lo ha demostrado a través de sus stories, donde la Gorro se ha dejado ver con menos filtros que nunca. Desde la playa de la Barceloneta, a donde ha 'huido' a primera hora de la mañana después de una noche en la que no ha podido "pegar ojo" por la preocupación que tienen encima, la #mamámolona ha tratado de buscar "buena energía" junto al mar.

Tras dibujar una corona en la arena, símbolo que lleva utilizando años para referirse a la lucha contra el cáncer de Valeria, Tamara Gorro no ha tenido reparo en grabarse llorando mientras veía amanecer, "sacando todo lo que llevo dentro" y soltando ese "nudo" que lleva teniendo desde que le dieron la triste noticia de que la enfermedad había vuelto.

El papel que están jugando Shaila y Antonio en esta complicadísima etapa para su amiga Valeria es crucial. El primer día que llegaron a Barcelona, tanto ellos como Martina, la hermana pequeña de la 'princesa', quisieron apoyarla esperándola a la salida del hospital San Juan de Dios, donde en estos momentos está recibiendo su tratamiento oncológico. A pesar de su corta edad, los hijos de la pareja son conscientes de que la pequeña "está malita", que "el tratamiento es duro" y que ahora toca ayudarla a ser "feliz".

De ahí que, a pesar de la hora y media de espera y las altas temperaturas, quisiesen sorprenderla con su presencia, sin separarse de su lado. "Se quedan en casa con ella y les da igual no poder jugar o salir a la calle", ha alabado Tamara Gorro junto a este vídeo, donde ha manifestado su satisfacción por el hecho de que sus dos hijos tengan valores como la "humanidad, el cuidar y ayudar a quien lo necesita, estar en lo bueno pero también en lo malo" estén tan presentes en su forma de ver la vida.

"Cuanto más pequeño se aprenda, mejor", ha reivindicado, "porque el mundo lo construimos nosotros, y con personitas así, estoy convencida de que tendríamos como dice la canción: un mundo ideal". ¡Mucha fuera, 'princesa'!