Sin saberlo, mi octogenaria abuela marca tendencia. Y es que la buena mujer se depiló las cejas en su juventud hasta la saciedad, tanto que yo apenas recuerdo haberla visto con su mirada original jamás, sólo con dos líneas malamente pintadas con lápiz sobre los ojos. Después de ver la última aparición de Beth Ditto en la Paris Fashion Week y de observar lo locas que están las tendencias de la moda y la belleza, he llegado a la conclusión de que lo que se lleva es odiar las cejas.
Si no te quieres afeitar o pasar las pinzas de manera masiva como la inmensa Ditto (o el mismo Marilyn Manson), lo que se está viendo últimamente es el maquillaje o teñido en rubio para disimular las cejas. Las portadas de las revistas de la nueva temporada lo dejaron claro: las cejas no molan nada. Eso sí, ese decolorado, natural o artificial, aporta un aspecto un tanto famélico y dudosamente favorecedor. Vamos, como si se te hubieran caído por esas depilaciones brutales de las abuelas o por una enfermedad...Una vez más, damos fe de que la moda es tan fascinante como chiflada.
Viendo estos derroteros que ha tomado la moda nos da por pensar en quienes ya llevan un tiendo liderando esta tendencia. Por ejemplo, Pamela Anderson ya hace años que se pinta las cejas porque en realidad no tiene un solo pelo. Llegando a los orígenes más remotos, ¿no fue la primera en prescindir de sus cejas la Gioconda? Seamos un poco serios, en realidad, fue un anuncio de Givenchy de 2009 el que abrió la veda. Por cierto, entre las pioneras españolas en esto de las cejas invisibles, nadie mejor que Bimba Bosé ¿Será aposta o le habrá pasado por error? Eso nunca lo sabremos.
La otra versión de estas cejas invisibles llega con las pintadas, que hemos visto sobre algunas pasarelas de este otoño. Bueno, y en alguna sala de cine... De ahí la cantidad de productos de perfumería que han proliferado para pintar y redefinir estos apéndices a placer. Pásate por tu Sephora más cercano y pregunta, te sorprenderás con la cantidad de referencias para cejas que hay.
Nuestra propuesta, para evitar males mayores, es que si decides redecorar tus cejas no optes por los métodos radicales. Es decir, la ultradepilación y el afeitado no son la solución porque nunca se sabe cuándo se volverá a llevar el estilo Brooke Shields. Lo más inteligente es darle forma con las pinzas eliminando los pelillos sobrantes y dejando una forma armoniosa, pero sin pasarnos al arrancar.