Las revistas se centran en la nuera de la Duquesa de Alba, la boda de Álex Ubago y las novedades sobre el peliagudo caso de Ortega Cano. Comenzamos:
Hace unas semanas nos enteramos de que el matrimonio de Marina Danko y Palomo Linares se iba al garete. El tono en el que se dieron muchas de las noticias relacionadas con la situación podían dar a entender que ella había sido la que había tomado la decisión de romper el matrimonio. Sin saber muy bien por qué, mucha gente achacó el infarto de Palomo Linares a la posible ruptura propiciada por Danko, pero no, según ella, el que terminó con el matrimonio fue él. "Me dijo que quería vivir su vida", explica la diseñadora de joyas.
Casi todas las revistas se hacen eco de la boda del baladista con su novia María Alcorta en el Ayuntamiento de San Sebastián. Al enlace acudieron varios rostros conocidos del farandueleo patrio como Pau Donés de Jarabe de Palo o La Oreja Van Gogh al completo. Eso sí, con Leyre, no con Amaia. De la boda se sabe poco ya que Álex Ubago siempre ha sido muy reacio a hablar de su vida privada. Si no fuera tan hermético seguro que su carrera iría un poquito mejor.
Lecturas trae en su portada una foto de la Duquesa de Alba con su nuera Inka, la mujer de su hijo Jacobo. La cosas en la familia de Alba parecen estar al rojo vivo. Cayetana dijo el otro día en 'El Programa de Ana Rosa' que su nuera Inka era muy mala y envidiosa y su hijo Jacobo ha respondido con un comunicado en el que dice estar sorprendido y molesto por las palabras de su madre. En referencia a la herencia dice que él nunca esperó la ya famosa casa de Ibiza porque siempre fue de Eugenia (la Duquesita). También devuelve la pelota a su madre en el campo económico-empresarial diciendo que su editorial la montó él con préstamos y mucho trabajo, que su madre no le ayudó en nada. Mamma mia.
El drama 'Ortega Cano' y la muerte de Carlos Parra siguen coleando en las revistas, sobre todo esta semana, en la que se ha celebrado una primera vista en el juicio. A pesar de las pruebas oficiales que dicen que había alcohol en la sangre del torero, el viudo de Rocío Jurado dice que sólo se mojó los labios en cava y su defensa ha dicho que el alcohol pudo llegar a su sangre a través de las agujas sanitarias por las que se le extrajo sangre tras el accidente. ¡¿Qué?! Pues sí, tal cual lo contaron.