Kate Moss rompe todos los moldes en su privilegiada relación con Vogue, pues desde 1995 y hasta ahora son ya 30 las veces que ha protagonizado su portada -aquí podemos verlas-. El record lo ha establecido en el número de septiembre de la edición británica. Pero también aparece en otra portada, la de la revista Cuore. Aunque en ella no se la ve ni mucho menos con los aires de diva a los que nos tiene acostumbrados.
Con el genial humor que caracteriza a los chicos de la publicación española vemos que incluso un símbolo de la delgadez como Kate tiene unos michelines que dan bastante el cante. Tanta felicidad puede provocar que deje de ser la modelo preferida de Anna Wintour, la terrible editora de Vogue en la que se inspira la película ‘El Diablo viste de Prada’.
No es ningún secreto que la que algunos llaman la 'editrix' es la culpable de que la talla 36 -de la que Kate ha sido abanderada- sea todo un canon en la revista de Conde Nast. Ya hablábamos del tema cuando Elle se desmarcó poniendo en portada a Tara Lynn, una modelo que usa una talla 48. Entonces citábamos el veto que la actriz Gabourey Sidibe dijo que había sufrido por parte de Wintour de cara a aparecer en Vogue y en Vanity Fair, pero también como Oprah Winfrey sólo logró su ansiada portada a cambio de ponerse a dieta.
Por eso, si Kate Moss se abandona a la buena vida quizá se tenga que despedir de aparecer en Vogue. Lo que por otra parte tampoco nos parece una mala noticia, pues ser portada de la revista de moda más importante del mundo sale demasiado caro.
Seleccionar a una buena maniquí para una sesión de fotos va mucho más allá de la talla que utilicé. Así que por mucho glamour que tenga la modelo británica esas 30 portadas en Vogue nos da que son consecuencia de las obsesiones y manías de Wintour.
Tastino, el fotógrafo que la descubrió
Es probable que si Kate Moss le debe algo a alguien es a los fotógrafos que se han inspirado con ella. Ellos han ayudado a que sea el gran icono que es. Hace pocos días El Periódico de Cataluña al informar de la exposición que podremos ver en septiembre del fotógrafo Mario Testino en el Museo Thyssen citaba las siguientes declaraciones de la modelo: “antes de que apareciera Mario Testino yo no era más que una chica de estética grunge, pero él me miró con otros ojos y fue el artífice de mi transformación”.
La muestra será una ocasión de primera para ver la evolución de Kate Moss a través de la lente del fotógrafo peruano, autor de dos portadas protagonizadas por ella en Vogue. La adoración por Kate incluso le ha llevado a dedicarle un libro de fotos del que sólo se han producido 1.500 copias -con un precio de más de 300 euros cada una-.
Por si eso fuera poco también puede contemplarse en la galería Philips de Pury & Company otra exposición que rastrea las fotografías realizadas por Testino a su musa –es posible descargar el catálogo pulsando aquí-. Semejante homenaje seguro que ha despertado los celos de más de uno. Y es que la musa ha logrado poner desnudo y de rodillas al fotógrafo Mario Sorrenti o que incluso un rebelde como Banksy la equiparase con Marilyn Monroe. ¿Qué les das, Kate?