Cuando uno ve la última portada de la revista 'Hola' con la imagen de la boda de Julio Iglesias y su mujer Miranda le asalta cierta sensación de que eso ya lo ha visto antes. No nos referimos a que uno recuerde la portada de 1971 en esa misma revista de la primera boda de Julio Iglesias con Isabel Preysler (39 años son muchos). Se trata más bien de que ver al novio con la que ahora es su mujer abriendo 'Hola' es algo que no sorprende. Sólo hay un elemento verdaderamente nuevo en esa imagen: el ramo que ella porta en las manos.
Si uno observa las fotos del bodorrio de Iglesias y Preysler en la localidad Toledana de Illescas (sí, la que está justo al lado de la famosa urbanización de el Pocero) y la que tuvo lugar el otro día en Marbella entiende fácilmente que la vida no sigue igual, ni para el novio ni para muchos. De hecho, incluso los lugares en los que se han producido las dos ceremonias dan que pensar.
La foto de la portada actual no tiene nada especial más allá de servir de testimonio del enlace, aunque se nota que está preparada. Algo que es bastante lógico si tenemos en cuenta que la boda aunque es secreta se ha vendido como exclusiva a 'Hola'. Algo que se debe más a una cuestión de protocolo que de dinero, pues no pensamos que Julio Iglesias necesite vender muchas exclusivas a estas alturas.
La iluminación frontal de la foto y algunas sombras por la dureza del disparo del flash hacen que la imagen no parezca un posado. Ninguno de los dos protagonistas mira al objetivo. De hecho, Julio Iglesias aparece con los ojos parcialmente cerrados, quizá por la sonrisa que dirige a la novia. Tampoco parece que haya ningún maquillaje digital en la imagen, sobre todo si nos fijamos en las arrugas de los ojos de él.
Pero de esa imagen lo que verdaderamente llama la atención es el vestuario de los recién casados y el ramo, que es la única concesión a una boda tradicional que vemos. De hecho, si hubiesen prescindido de ese elemento sólo el anillo de casado que se ve en la mano que Julio Iglesias pone sobre Miranda demostraría que ahora son marido y mujer.
Si buscamos en la red vemos que apenas hay testimonios gráficos sobre la boda que hace 39 años protagonizó una de las principales parejas de la España de entonces: Julio Iglesias e Isabel Preysler. Lo único que quizá diferenciaba a aquel enlace de cualquier otro que podamos ver en uno de los álbumes familiares que tenemos en casa era la novia. Pues casarse con una asiática cuatro años antes de la muerte de Franco era una auténtica rareza.
De aquella unión nació toda una dinastía de asiduos al papel cuché: los Iglesias-Preysler. Los pretendientes dieron mucho de que hablar, aunque cada uno por su cuenta a partir de 1978 (año en el que se divorciaron). Una década después ella volvía a acaparar las portadas de la prensa al contraer matrimonio con un tipo bastante más gris que Julio Iglesias: Miguel Boyer, muy famoso entonces por ser el ministro del PSOE que intervino Rumasa, la empresa de Jose María Ruíz Mateos.
Por todo eso y por muchas otras cosas la foto de la segunda boda de Julio Iglesias es un testimonio gráfico de cierto valor simbólico. Con 66 años el cantante, uno de los hombres más ricos de España, parece estar de vuelta de casi todo. Quizá por eso se ha casado luciendo una camisa digna de salir a comer langostinos en cualquier paseo marítimo (similar a la que le hemos visto ponerse en muchas fotos de sus discos).
El atuendo nos parece casi un símbolo de una generación, la de los protagonistas de la España de los 70 y 80, que en buena medida sigue llevando las riendas del país, aunque quitándose el traje y la corbata siempre que pueden. Es la única forma de desmelenarse que les queda ante el avance de la calvicie y de ciertos males del alma.