Si las celebrities instauraron el vaquero con zapato plano, la carrera de los estampados florales y una adulación incomprensible hacia las camisas de leñador, ¿por qué no nos guían ellas por el largo camino del Casual Friday en el trabajo?
Es cierto que la corriente de ir vestido más informal a trabajar los viernes se originó durante la era del puntocom, pero también lo es más que a día de hoy los de Sillicon Valley han sobrepasado su regla y no es raro verlos en pijama o dándose envidia unos a otros con calcetines de lo más esperpéntico. Ese no es el modelo a seguir.
El tejido rey del Casual Friday, de eso no cabe duda. Y en esta temporada no se acota en los tonos denim, sino que va más allá: Jessica Alba es un clarísimo ejemplo de cómo hacer del jean una prenda todoterreno. Ir cómoda es perfectamente compatible con ser estilosa, y Alba da muestra de ello en infinidad de colores.
También los estampados suponen un soplo de aire fresco Puede ser en pantalones, pero hay vestidos primaverales que alegran un Casual Friday. Un buen ejemplo son las prendas de la colección de primavera de Lavand: ideales para ir a trabajar y también estilismo ideal de cualquier festival de música, como el pasado de Coachella. ¿Un referente celebrity? Sin duda Drew Barrymore tiene mucho que decir en el mundo de los vestidos florales.
Una cosa es relajar los códigos de vestimenta, y otra muy diferente no dejar un detalle a la imaginación. O lo que es lo mismo: hacerse un Emma Roberts (en Coachella) no es la idea del Casual Friday. Ponerse los shorts tamaño culotte de Vanessa Hudgens (o, para el caso, de Miley Cyrus) tampoco es el plan... En la mesura de la ropa sport está el éxito. El truco: imaginarse al señor (o la señora) Peláez, el más rancio de la oficina, con el estilismo antes de ponerlo.
Tampoco ellos se libran del recordatorio de la mesura. "Oficialmente" (es difícil calificar de oficial a una norma no escrita) el Casual Friday varonil supone simplemente perder la corbata y el traje en pro de un estilismo más cómodo, pero igualmente apropiado para ir a trabajar: camisa y chinos, por ejemplo, o un polo y unos vaqueros (que no estén raídos, que nos conocemos).
Dependiendo de la empresa y por mucho que la cabra tire al monte (sabemos que tira), jamás aparezcáis con una camiseta de tirantes, unos pantalones cortos o unas flip-flops. Podéis entrar en Asos para inspiraros, porque tienen una sección de estilismos ex-profeso. La idea es vestirse más como Tom Cruise y menos como Joe Jonas en Coachella, por mucho que cueste.