El clan Pombo se ha ampliado en un plazo breve de tiempo. María fue la primera en experimentar la maternidad al dar a luz a su primer hijo, Martín, en diciembre de 2020, y ha ampliado la familia recientemente con el nacimiento de Vega. Pero la pequeña de las hermanas no ha sido la única: Marta Pombo se convirtió en madre por primera vez, junto a Luis Zamalloa, el pasado octubre. Y desde que llegó la pequeña Matilda a sus vidas, la influencer está narrando su experiencia en redes, compartiendo novedades y demás detalles. Recientemente ha confirmado que, fruto del cambio físico que ha sufrido con la maternidad, ha decidido someterse a algunos retoques estéticos para mejorar su imagen.

Marta ha hablado abiertamente con anterioridad de los tratamientos y cuidados estéticos a los que se ha sometido. En enero de 2021, al cumplir treinta años y como un regalo para sí misma, la mediana de las Pombo decidía acometer lo que ella misma denominó una “prevención de riesgos”. Tras muchas dudas sobre contarlo o no a su parroquia de fieles por miedo a las críticas, comunicó que se iba a iniciar en el mundo del bótox, la sustancia con la que reducir la apariencia de las arrugas faciales.

Muy condicionada por el miedo al resultado final, Marta se realizó el tratamiento en una clínica, en la que le inyectaron bótox en la frente, y acabó muy contenta. Tan es así que un año después ha decidido volver a retocarse el rostro. Aunque en esta ocasión, la causa, según sus propias palabras, está ligada con los cambios físicos que ha experimentado su cuerpo desde que ha sido madre de Matilda. "Desde que di a luz me he puesto literalmente diez años encima, no me he visto más arrugas en mi vida", se ha justificado.

"El plan de este año no es de prevención de riesgos, es 'Plan Renove", ha comenzado a narrar en Instagram. En esta ocasión, se pinchará bótox en la zona del entrecejo y también en las denominadas patas de gallo. El objetivo que persigue la hermana de María y Lucía es que desaparezcan todas las arrugas que se aprecian en su rostro. Según lo que ha contado en varios stories, el hecho de ser muy expresiva con los gestos de la cara provoca que en dichas zonas se acentúen dichos pliegues de la piel.

Pombo lo ha ilustrado realizando distintas muecas, frunciendo mucho el ceño, para que sus seguidores entiendan cuál es su principal objetivo de cara a su paso por la clínica de estética, que ya ha elegido. Marta admite que se trata de un gesto, el de fruncir el ceño, que repite frecuentemente. "Al final se me va haciendo el surco, la herida en la piel", ha explicado. Con el bótox busca bloquear los músculos de dicha zona para no poder fruncirlos, que se relaje la piel y se renueve el tejido del área correspondiente al entrecejo.