Miel, limón o bicarbonato: los remedios caseros más efectivos para cuidar tus pies

Estamos acostumbradas a cuidar la piel de nuestro rostro, y también la de nuestro cuerpo, pero muchas veces nos olvidamos de prestar atención a una de las partes que más nos necesitan: los pies. Con el paso de los años y, sobre todo, si pasas muchas horas de pie será normal que aparezcan grietas y que la piel pierda hidratación. Este problema suele afectar a la parte más externa de la piel, aunque sí que es cierto que en otras ocasiones podrá generar un intenso dolor de piel. Por tanto, lo mejor será prevenir y, para ello, siempre podremos hacer uso de trucos caseros. 

Uno de los trucos caseros más efectivos será hacer una mezcla de limón. Si lo mezclamos con agua caliente, esto hará que la piel se ablande y se reduzca la sequedad. Eso sí, para terminar el tratamiento deberemos aplicar alguna crema suave. Los pies deberán estar sumergidos en agua durante unos veinte minutos, utilizando la piedra pómez para quitar todas las imperfecciones. Además, se podrá repetir este proceso hasta cuatro o cinco días en esa misma semana. 

Otra buena idea será hacer uso de aceites vegetales. Lo más recomendable será usar aceite de coco o de oliva, que lo que harán será hidratar la piel reseca. Una vez que lo hayas aplicado en la zona deberás colocarte un calcetín durante toda la noche para no manchar las sábanas y para que el producto actúe con mayor facilidad. 

También será buena opción hacer una mascarilla para los pies. Para ello, deberás coger un poco de aguacate y aplicar la mezcla sobre los pies, dejándolo actuar durante una media hora. Una vez que veas que está haciendo efecto, deberás enjuagar muy bien. 

Una de las alternativas que más suelen recomendarse es la vaselina. Esto se debe a que es realmente efectiva. Aunque eso sí, deberás ir a un sitio especializado a comprarla. Para ello, deberás sumergir los pies en agua caliente y sal y, luego, secarlos correctamente. Lo siguiente será untar la vaselina, cubrir los pies con calcetines, dejándolo actuar durante toda la noche. 

En el caso de que ninguno de estos remedios hayan surtido efecto, siempre podrás decantarte por utilizar miel. Este ingrediente tiene una infinidad de beneficios para la piel. Para lograr la mezcla perfecta habrá que añadir un poco de miel en un cubo con agua templada. Luego, deberás sumergir los pies unos veinte minutos. Además, será importante que te hagas un masaje en la zona a tratar, ya que así lograrás tu objetivo más rápidamente. 

El bicarbonato de sodio también tendrá grandes propiedades sobre la piel. Así, servirá para desinflamar la zona y, además, acabará con el mal olor de los pies. Como sucede en otras ocasiones deberás mezclar el bicarbonato con un poco de agua templada, remojar los pies y pasar una piedra pómez. Luego, se tendrán que enjuagar los pies con agua fresca. Además, podrás repetir el proceso, al menos, dos veces por semana. 

Un accesorio que debe usarse en todas las técnicas, ya que será esencial para acabar con las grietas y las zonas escamadas, es la piedra pómez. Por eso, será esencial que te hagas con una. Estas pueden comprarse en cualquier supermercado, farmacia u otro lugar especializado.