El mundo de la moda y la belleza comparten un punto clave en común: ambos se rigen de tendencias. Cada día encontramos nuevas técnicas y compuestos en el terreno ‘beauty’ que captan la atención de las más presumidas que desean lucir estupendas; donde las uñas y todo lo relacionado con la manicura y pedicura, se convierten en las grandes favoritas a la hora de mostrar diferentes novedades.
Precisamente una de las últimas que ha ganado popularidad en los salones es la manicura rusa. Más allá del ‘nail art’ con sus elaborados diseños, esta modalidad ha capturado la imaginación de muchas mujeres que buscan una apariencia impecable y duradera para sus uñas.
Tal y como su nombre indica, tiene su origen en Rusia y rápidamente se ha expandido a lo largo y ancho del globo. A diferencia de las técnicas de manicura tradicionales, la manicura rusa se enfoca en más que simplemente embellecer las uñas. Este método se centra en mejorar la salud y fortaleza de las uñas, así como en proporcionar una apariencia estética impecable.
Para ello, se centra en el enfoque en el pulido y la limpieza profunda de la superficie de la uña con la eliminación de la cutícula mediante el uso de una fresa eléctrica en lugar del corte con tijeras o cortaúñas. Esta técnica es más suave y minimiza el riesgo de cortes o lesiones en la cutícula. Además, el uso de la fresa permite un mayor control y precisión al eliminar solo el exceso de cutícula.
En palabras de la manicurista Erika Cuero, experta en celebrities y campañas publicitarias, la principal diferencia entre la manicura rusa y la tradicional reside en el trabajo que se hace en la cutícula. “En la manicura rusa nosotros nos centramos en trabajar la cutícula, limpiar la uña y prepararla bien a fondo y para eso nos ayudamos del torno. Esta herramienta maneja diferentes brocas y tamaños para poder limpiar bien los bordes, de este modo cuando vamos a esmaltar vamos a tener una mayor adherencia del esmalte (tanto si es normal como si se trata de uno semipermanente). Por eso mismo se ven unas uñas más limpias y suaves también”.
La manicura rusa ofrece una serie de beneficios para aquellos que buscan una manicura de calidad y duradera. Al eliminar la cutícula de manera suave y precisa, se evita el crecimiento excesivo y desordenado de la cutícula, lo que contribuye a mantener unas uñas limpias y pulidas durante más tiempo.
Erika además destaca la duración, pues el trabajo que se ha hecho en la uña dura entre 3 o 4 semanas, por lo que se espacia en el tiempo el retoque, que se traduce en una uña más sana al no tener que retocarla tanto. Además, con este tipo de tratamiento la cutícula se vuelve más dócil y es más fácil de manejar. Pues se crea una base óptima para que el esmalte se adhiera de manera uniforme, lo que ayuda a prevenir las astillas y el descascarado prematuro.
Por otro lado, la manicurista Lady Johanna Arenas Zambrano, de la plataforma de tratamientos de belleza a domicilio ‘Hola Pepa’, explica que, de cara a realizar un esmaltado permanente es muy conveniente porque al no humedecer la uña, la duración se prolonga más. “La manicura rusa tiene varios tipos de fresas que se van intercambiando de acuerdo al tipo de piel y lo que se vaya a hacer (mover la cutícula, quitar las pieles, pulir la uña…)”.
Añade que es una manicura que empezó a realizarse hace aproximadamente dos años y ahora es tendencia gracias al cuidado que proporciona a la uña, haciendo a su vez que el esmaltado dure más”. En definitiva, gracias a esta nueva alternativa las uñas se verán además de más sanas, bonitas y limpias.