El mundo de la cosmética es un gran aliado a la hora de ayudar a resaltar los atributos de cada una, disimular aquello que no nos convence, y en general, que nos veamos más guapas y sintamos más seguras de nosotras mismas. Por este motivo invertir en un neceser de calidad que contenga todo lo necesario, ya sea maquillaje o cremas, resulta casi imprescindible. No es necesario tener un arsenal de productos, lo mejor es tener “poco, y bien”, como decían nuestras abuelas.

Por este motivo, entre los básicos deben figurar una buena hidratante, un sérum, una base de maquillaje ligera, un colorete, labial, máscara de pestañas, lápiz de cejas, sombra de ojos. Las que echen en falta en el listado la presencia del corrector, han de saber, que aunque es un aliado perfecto para disimular imperfecciones no siempre es lo más adecuado.

El motivo no es otro que el modo en el que se cuartea con el paso de las horas, especialmente cuando se aplica en las ojeras. “El maquillaje no puede evitar que la piel del contorno de los ojos vaya generando dobleces al gesticular y, al repetirse con el transcurso de las horas, puedan ir ocasionando que la cantidad de producto se desplace provocando ese efecto de arrugas”, comenta Marta Agustí, prescriptora y consejera de belleza en Purenichelab.com.

Para encontrar una alternativa, hemos consultado a David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD, quien ha hecho referencia a una solución que está ganando popularidad entre los maquilladores: el sérum o suero con color. Explica que, aunque es algo que ocurrirá de forma natural y no se puede evitar, si podemos retrasar que aparezca y disminuir el efecto visible de ese cuarteamiento.

“La solución está en dos cuestiones muy sencillas: tratar la zona con productos que preparen la piel contrarresten los efectos de lo que queremos cubrir y, la segunda, dejar de lado el corrector y empezar a usar una base de color fluida, por ejemplo en suero, como sustituto”, comenta Deibis. “Con la piel hidratada, el suero de color se asentará mejor sobre la piel. Hablo de suero de color porque el resultado final suele ser mejor, ya que son más hidratantes y, al ser más fluidos, reducen la posibilidad de presentar arruguitas”.

En cuanto al modo de aplicación, pueden surgir dudas sobre cómo aplicarlo, si como un corrector o una base de maquillaje; una cuestión que Deibis aclara. “Por un lado, recomiendo aplicarlo como aplicaríamos el corrector habitualmente, con una pequeña cantidad bajo la zona del lagrimal y, si es necesario, otro punto en el área exterior del contorno. Aquí, menos es más. Aconsejo, siempre, difuminar con las yemas de los dedos cuando trabajamos con texturas así de fluidas para asegurar un acabado natural y que no desperdiciemos nada de producto”, concluye.