¿Por qué usar una prebase es el mejor truco de maquillaje si tienes la piel madura?

Los cuidados de la piel a partir de los 50 años deben adaptarse a la posible sequedad de la misma o a las inevitables arruguitas y líneas de expresión. Mientras que por un lado es esencial utilizar productos que mejoren la calidad de la piel y retrasen el envejecimiento, por otro hemos de buscar fórmulas de maquillaje que no sumen años de manera gratuita. Y aquí es donde la prebase se convierte en el mejor truco de maquillaje si tienes la piel madura. Se trata de un producto que muchas mujeres no consideran imprescindible en su neceser, pero que sin duda puede marcar la diferencia para que nuestra piel se vea uniforme y sin signos de la edad. 

Las prebases o primers se puede usar a cualquier edad, solo que todas no son iguales. La intención de este producto es crear una barrera entre la piel y la base de maquillaje, dejando la piel lisa y uniforme y consiguiendo una buena fijación que permita que el maquilla permanezca inalterable durante más tiempo.

Mientras que las pieles más jóvenes y con tendencia grasa deben buscar una prebase con un acabado matificante, a partir de los 50 existen fórmulas que tratan los problemas de la piel más propios de esa edad. La prebase es capaz de crear un “efecto relleno” en surcos, arruguitas y líneas de expresión, dando un aspecto más liso y uniforme a la tez.

Además, logran evitar el temido cuarteado del maquillaje cuando la piel está seca o hay arrugas. Y, como hemos dicho antes, ayuda a que el maquillaje luzca impecable durante horas. Así que no hay ninguna duda de que todo son ventajas. Con solo aplicar la prebase ya notarás cómo la piel se ve más luminosa, con ese toque glowy tan favorecedor y saludable, como si te hubieras realizado un tratamiento flash. 

La clave para acertar con una prebase es asegurarte de que en su descripción incluye términos como hydrating, plumping, illuminating, o glowing. En cambio, debes descartar aquellas que indiquen que son matificantes, ya que están pensadas para pieles grasas y con imperfecciones. 

A la hora de aplicarla, asegúrate de esperar a que tu hidratante habitual haya sido absorbida por tu piel. Después aplica una pequeña cantidad de prebase y extiéndela bien por todo el rostro. A continuación ya puedes utilizar tu base de maquillaje y comprobarás que gracias a la prebase necesitarás menos cantidad de la que utilizabas hasta ahora.