Flequillo: cómo cortarlo y peinarlo con estos trucos de experto

No hay duda de que el flequillo es una solución fácil y efectiva para lograr un cambio de peinado sin demasiado esfuerzo con el que conferir un toque de estilo a tu look. Desde recto, muy elegante, hasta el más desenfadado de tipo cortina, hay una amplia variedad de estilos para todos los gustos. Sin embargo, para que luzca impecable, es esencial saber cómo cortarlo y peinarlo adecuadamente.

Para conocer las claves con las que acertar si nos queremos unir a esta tendencia hemos hablado con la estilista María Baras, propietaria del Salón Cheska de la capital, quien se declara ‘fan’ absoluta de los flequillos en todas sus formas y tipos. “Para triunfar con un flequillo lo primero que hay que hacer es ponerse en manos de un buen peluquero, sin duda, porque cortarlo requiere de mucha técnica y sensibilidad ya que se pueden hacer de mil maneras y hay que ser muy fisionomista y entender mucho el gusto de tu cliente”, comienza diciendo.

Explica que es importante tener una buena comunicación con el cliente porque “a veces tú ves el rostro de una manera, pero luego cada una nos vemos la cara de una forma, por eso es interesante (y necesario) hablar con tu cliente para saber lo que le gusta, cómo se ve, si quiere destacar el pómulo… Porque realmente el flequillo es lo que más enmarca el rostro y con él puedes potenciar el pómulo o esconderlo, alargarlo, hacerlo más grande… Es increíble todo lo que puedes hacer con un flequillo porque es el marco de tu cara”.

Un flequillo para cada tipo de rostro

Para María también resulta interesante estudiar el tipo de flequillo más acorde para cada tipo de rostro y lo que se quiere transmitir con él y diferencia dos grandes grupos.

  • Si tienes un rostro muy redondeado, las líneas diagonales, flequillos con la raya en el medio, abiertos o de cortina, e incluso ladeados crean son perfectos para estilizarlo.
  • Si tu cara es alargada, te puedes permitir un flequillo más recto porque suaviza y redondea las facciones. Tanto los que tienen mucho cuerpo como los que son más finos.

La textura del pelo y el tipo de peinado resultan clave

Cuenta también que hay que adaptarse muchísimo a cómo es el pelo y enseñar al cliente a peinárselo. “Un tema clave porque, por ejemplo, si tienes el pelo fino o muy liso hay que hacer más cantidad… Son muchos los factores a tener en cuenta para que quede perfecto. Yo por ejemplo lo corto siempre en seco, luego un poco en mojado y finalizo retocándolo en seco de nuevo… Eso sí, siempre le enseño a mi cliente cómo peinárselo con los dedos o con el secador o plancha cuando sea necesario para que siempre sea de su agrado”.

Para terminar, María hace hincapié en la textura, un elemento esencial para que el resultado sea perfecto. “Si tu cabello por ejemplo es rizado u ondulado, puedes dejar el flequillo en esa textura que se lleva muchísimo. O si tienes un remolino, algo muy frecuente, pues jugar con él para ver por dónde se abre y así establecer correctamente la línea del cabello y luego adaptarse y potenciarlo”. La estilista concluye sus recomendaciones con un último apunte, y no es otra cosa que hacer una oda a las imperfecciones, invitando a buscar un resultado natural que no tenga que ser completamente pulido y perfecto”.