El mundo del maquillaje está repleto de productos diseñados para realzar la belleza y resaltar los puntos fuertes de cada persona. Aunque cada día parezca que surgen nuevas alternativas para lucir perfectas que no tienen demasiada importancia, algunas de ellas realmente no deberían faltar en el neceser femenino, como el caso del primer de labios. Un elemento clave para lograr un acabado impecable y duradero a prueba de vino y besos. Pero, ¿cuál es el secreto detrás para que los maquilladores lo consideren imprescindible?
En primer lugar, para aquellas que no lo tengan claro, el primer de labios, también conocido como base para labios, es un producto diseñado para preparar y acondicionar los labios antes de aplicar el labial. Su fórmula suele ser ligera y cremosa, con el propósito de suavizar la su textura, hidratarlos y proporcionar una superficie uniforme. Este paso previo al labial no solo mejora la aplicación del color, sino que también contribuye a la duración del producto y previene la decoloración prematura.
En cuanto a sus puntos clave, cabe destacar la hidratación adicional a la hora de maquillarnos. Muy adecuada especialmente cuando se aplican barras de larga duración que terminan por resecarlos. Al suavizar su textura y crear una base uniforme, el primer facilita la aplicación del labial, permitiendo que el color se adhiera de manera homogénea. Esto es especialmente crucial cuando se trata de tonos intensos o de labiales mates, donde la uniformidad es la clave para un look pulido.
Además, al formar una barrera entre los labios y el labial, ayuda a prevenir que los pigmentos del color penetren en las líneas finas de los labios, evitando la decoloración prematura y asegurando una mayor durabilidad del producto.
La aplicación del primer de labios es un paso sencillo pero crucial en la rutina de maquillaje. Aquí hay algunos consejos para sacar el máximo provecho de este producto:
Antes de aplicar el primer, asegúrate de que tus labios estén limpios y exfoliados para obtener los mejores resultados. A continuación, usa una pequeña cantidad de primer y distribúyelo de manera uniforme sobre los labios. Puedes usar tus dedos o un pincel para obtener ser más precisa.
Antes de aplicar el labial deja que el primer se absorba durante unos minutos, así te asegurarás de que estén completamente preparados para recibir el color.
Por último, para un resultado aún más definido, combina el primer de labios con un delineador que ayudará a resaltar los contornos y evitará que el labial se salga de los bordes.
Sin duda un pequeño gesto que no te llevará más de tres minutos y con el que marcarás la diferencia en tus beauty looks.