Las manos son una de las partes del cuerpo que más delatan el paso del tiempo, puesto que están constantemente expuestas a factores externos como el sol, el frío, la contaminación, productos químicos… A esto hay que sumarle que, con los años, pueden aparecer signos de envejecimiento como pérdida de elasticidad, manchas o cambios en el tono de la piel. Por esto resulta tan importante mantenerlas bien hidratadas y con una manicura cuidada si queremos que se vean jóvenes y sanas.

Sin embargo, no basta solo con limarlas y pintarlas, la elección del color de esmalte correcto se torna crucial a la hora de disimular imperfecciones y aportar un efecto visual rejuvenecedor. Desde los clásicos nude hasta los corales o sofisticados tonos perlados, la clave está en saber cuáles son los colores que mejor se adaptan a tu piel y te ayudan a restar años.

También deberías tener en cuenta, antes de decantarte por uno u otro, que por ejemplo detalles como la forma de las uñas o los acabados, resultan cruciales. Las que son ligeramente ovaladas o almendradas alargan los dedos y aportan elegancia, mientras que los colores demasiado oscuros o mate tienden a resaltar imperfecciones y endurecer la apariencia. Dicho esto, te mostramos cuáles son las tonalidades más favorecedoras.

Los esmaltes nude en tonos beige o rosa claro son un clásico que nunca pasa de moda. Aportan un efecto óptico que alarga los dedos y da a las manos un aspecto limpio y sofisticado. Pero ojo, evita los que son demasiado pálidos o grises, ya que pueden resaltar imperfecciones o dar un aspecto apagado.

Los tonos rosados son perfectos ya que aportan un toque de frescura y feminidad. Los rosas pastel o empolvados iluminan la piel y disimulan rojeces o venitas. Además, son versátiles y combinan con todo.

Un clásico que nunca falla. Y es que el rojo es un color atemporal que, bien elegido, puede ser un aliado rejuvenecedor. Los cereza o con pinceladas más cálidas dan vida a las manos y aportan un aire sofisticado, mientras que los más oscuros o con reflejos más amarronados pueden endurecer la apariencia de tus manos.

Los tonos coral o melocotón son perfectos para dar un toque de frescura y vitalidad. De forma instantánea hacen que la piel se vea más luminosa y minimizan el aspecto de las manchas. Además, aportan un toque juvenil y alegre.

O lo que es lo mismo, el llamado ‘greige’, una mezcla entre gris y beige, un tono neutro que resulta de lo más elegante y resta unos cuántos años de tus manos. Al igual que los nudes, esta paleta de colores aporta sofisticación sin destacar demasiado, creando un efecto de manos más suaves y bien cuidadas.

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