Antes de dar el salto a la fama tras su paso por ‘Operación Triunfo 2017’, entre los planes de Aitana no entraba el de dedicarse de forma profesional a la música según ella misma ha declarado a lo largo del tiempo en diferentes entrevistas, del mismo modo que también lo hizo en su documental ‘Metamorfosis’. De hecho, si hubiese llegado a acceder a la universidad, situación que no ocurrió porque antes despegó su carrera en la industria, habría optado por estudiar Diseño.

Y es que la de ‘Segundo intento’ es una gran apasionada del arte en todas sus expresiones, razón por la que también en su piel, desde que cumplió los 17 años, ha optado por tatuarse algunos detalles que esconden un significado especial.

A lo largo de los seis capítulos de su documental, Aitana dejó al público ser testigo de aspectos de su vida profesional y personal, compartiendo tiempo y espacio con sus padres. Es precisamente con su progenitor, Cosme, con quien aparecía en uno de los episodios tatuándose una estrella en el hombro. A pesar de la negación de su madre, Belén, a hacer lo mismo, su hija sí que añadió en su cuerpo hace ya unos años su inicial, así como una ‘C’ por el anterior.

También en su brazo izquierdo puede leerse 'Munay', un concepto quechua que significa el poder del amor hacia uno mismo y la familia, -con algunos miembros de su clan también tiene una luna a juego que se hicieron en Ibiza-, y todo lo que nos rodea según ella misma reveló durante su paso por la academia.

Tras salir del programa que le dio la popularidad, quiso dedicarle un guiño a través del número 1727, la cifra que le representó durante las diferentes fases de casting.

Con otros de sus pilares fundamentales también ha querido tener un detalle la de ‘6 de febrero’: un girasol con una de sus amigas más cercanas, Marta, o un cuenco de sopa, su comida preferida y que da nombre a su perra.   

Además, la que acumula más de una decena de tatuajes en su piel ha incluido en su antebrazo tres mariposas que simbolizan la propia metamorfosis que ha experimentado en los últimos años.

Otro de sus diseños más reconocidos es el de los dos rostros que miran en direcciones opuestas, que según los expertos también pueden simbolizar el cambio de etapas en las que, sin embargo, la cantante siempre se ha dejado ver con flequillo, mismo corte que luce su particular boceto de un hada.

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