Alberto Chicote se encuentra en plena promoción de su segundo libro, ‘Cocina de resistencia’, un centenar de recetas fáciles de elaborar con las que sacaremos el máximo partido a los productos que tenemos en nuestros frigoríficos. Una publicación que fue cocinándose a fuego lento durante el confinamiento del pasado año y que también contará con reflexiones propias y anécdotas. Tras contemplar el abrumador éxito que tenían los platos que iba preparando a sus seguidores en las redes durante esta complicada etapa, decidió detallar de forma más concreta sus secretos en esta obra que ahora sale a la venta. El popular chef ha concedido una entrevista a ‘Europa Press’ para hablar de este proyecto y no ha dudado en hablar sobre algunos aspectos de su vida privada, como por ejemplo, de su impactante pérdida de peso.

“Me he tirado muchos años con mucho sobrepeso, estaba en 115 kilos”, recordaba Chicote cuál era su estado físico antes de iniciar la grabación de un programa de televisión enfocado en las dietas. Un motivo laboral que le empujó a experimentar esta transformación. “Dije, pues mira, me lo voy a tomar como un curro y seguro que puedo hacerlo. Cuando empiezas a ver los resultados y cómo funciona, te empiezas a encontrar mucho mejor, dices, se acabó, no vuelvo nunca a lo de antes”, señalaba cuál había sido su punto de inflexión y lo feliz que estaba ahora con esta decisión: “Mis hábitos de alimentación y de ejercicios son mejores, por eso me quité 40 kilos y no los he vuelto a coger”.

Además, al chef le diagnosticaron, poco tiempo después de cambiar sus hábitos, una enfermedad crónica que le obliga a seguir una alimentación saludable y a realizar ejercicio para tratarla: la diabetes tipo 2. “Eso fue después, fue una cosa como para volverse loco. Te pasas con muchísimo peso y el médico te dice: ‘Alberto, ten cuidado’. Pero yo siempre salía de maravilla”, aseguraba que se lo habían detectado tras cambiar su conducta: “Me quito 40 kilos y mis hábitos son saludables, y mi médico me dice un día: ‘Oye, Alberto, pásate por la consulta’. Y toma, el regalito”, explicaba su sorpresa con esa campechanía que tanto le caracteriza. “Lo llevo todo lo bien que se puede llevar […] Lo tengo más fácil que otros diabéticos porque tengo el recurso de cocinar de muchas maneras”.

Más allá de cualquier estrella Michelín, tener los restaurantes todos los días hasta los topes o trabajar con cierto éxito en televisión, de lo que más orgulloso se siente el madrileño es de su familia. Inmaculada Núñez llegó a la vida del cocinero en 2004. Por aquel entonces, Alberto era el chef del popular Nodo, donde su actual mujer trabajaba de jefa de sala. Tuvo que pasar una década para qué, una vez forjada su historia de amor, se animaran a construir su propio terreno laboral, al que decidieron bautizar como ‘Yakitoro’. Su avalada experiencia les animó a montar hace 7 años un primer local que abrieron en la calle Reina, en la capital, y luego llegaría el de Castellana y el de Puerta del sol.

Esto tres espacios con como sus retoños (no han sido padres juntos). Y exclusivamente de ellos es de lo que hablan públicamente. Cuando ella fue entrevistada por el periódico ‘El Mundo’ en 2014 ya dejó claro su propósito de blindar todo aspecto de su vida privada. Una charla en la que afirmó que el tiempo en pareja es uno de los sacrificios que aceptaron cuando llegó a sus vidas el primer proyecto para la pequeña pantalla. Pero han sabido aprovechar el que tienen de la mejor forma y sus redes sociales dan muestra de ello: zamparse libros, hacer maratones de series, visitar museos, ir en pareja al trabajo o encajar sus agendas para viajar, son algunos de los planes que les desconectan de inmediato de su ajetreada realidad.