Las bases de maquillaje se han convertido en imprescindibles para las rutinas ‘beauty’, por lo que será muy importante dar con aquella que mejor se adapte a tu tipo de piel y a tu pigmentación. Ahora, lo que se busca es que cubran las imperfecciones y, al mismo tiempo, que el resultado sea lo más natural posible. Antes de hacerte con una, será muy importante que conozcas los distintos tipos que existen en el mercado.

Lo primero que habrá que saber es que la base de maquillaje sirve para unificar el tono del rostro y para tapar imperfecciones y manchas. Existen una infinidad de tipos y marcas que se adecuan a cada una de las necesidades de la piel, por lo que a la hora de elegir debemos tener en cuenta dos aspectos básicos: el tono y el tipo de piel. Luego, habrá que elegir qué tipo de base se quiere, entre las que encontraremos mousses, líquidas o en polvo.

En el caso de que tengas la piel seca, lo mejor será elegir una base más jugosa, que hidrate y que no reseque. Si tienes la piel mixta o grasa, lo mejor será usar una base de maquillaje que matifique y que sea de buena cobertura, ya que así podrá tapar los brillos, el acné y las imperfecciones. Si la tuya es una piel normal, podrás elegir con más libertad, siendo las más recomendadas aquellas bases más fluidas y satinadas.

Una vez que ya sabemos nuestro tipo de piel, habrá que tener en cuenta su tono. Así, el maquillaje se adaptará a la piel y el rostro no parecerá artificial. Las pieles rosadas necesitarán bases beiges o amarillas. Por su parte, las pieles morenas se adaptarán mejor a los tonos dorados para potenciar el bronceado natural, mientras que las pieles apagadas o cetrinas necesitarán una base rosada que aporte cierto frescor.

Las bases de maquillaje en crema o mousse son hidratantes, con una textura más suave y tienen una cobertura media-baja que deja un acabado muy natural. Por su parte, las bases líquidas son las más comunes y las más fáciles de encontrar, ya que suelen ser más versátiles a la hora de trabajarlas. Su cobertura es media-alta y suelen servir para todo tipo de pieles.

En cambio, las bases en polvo son aquellas que podemos encontrarlas en dos tipos: polvo comprimido y polvo mineral. Serán ideales para las pieles grasas con pocas imperfecciones, ya que dejan un tono más natural. Las más complicadas de encontrar serán las bases en barra, que son las más utilizadas por maquilladores profesionales y tienen una cobertura muy alta.

Una de las bases que más triunfan son las BB Cream que cubren las imperfecciones a la vez que hidratan bien la piel. Además, funcionan como protector solar, humectación y prevención de las arrugas. Ahora con la llegada de la primavera y, también, durante el verano, una de las más recomendadas será la base de maquillaje ligera. Como su nombre indica, tiene una textura ligera que se integra fácilmente con la piel y, además, podrá aportar vitaminas, antioxidantes, minerales y, también, protección solar y tendrán un escudo anticontaminación.

Así, en el mercado nos podemos encontrar con una infinidad de variedades. Una de las más recomendadas es la Studio Waterweight SPF 30 Foundation de MAC, que tiene una fórmula que está ideada para mantener la hidratación durante todo el día mientras te protege del sol. Además, es libre de aceites y tiene una cobertura media regulable. Otra base que podemos encontrarnos es la Skin Illusions de Clarins, que contiene SPF 15 y nácares que captan, difunden e intensifican la luz para reavivar la luminosidad.

Una base que triunfa mucho es The Soft Fluid de La Mer, que protege del sol, es de larga duración, refina los poros, hace desaparecer las imperfecciones y, sobre todo, hidrata y regenera la piel. Finalmente, la Hello Happy de Benefit también sería una buena opción, ya que tiene una cobertura ligera-media que ayuda a igualar el tono de la piel y a suavizar esas imperfecciones.