Los cambios de estación suelen llevar aparejada la necesidad de hacer un cambio de look. Un cambio de longitud, unas mechas, un desfilado o un flequillo, pueden ser opciones moderadas si lo que buscas es cambiar sin arriesgar demasiado. Para un cambio de look radical, se puede optar por los tintes y el corte por lo sano.
Un cambio de corte o de color requiere que estudies tus rasgos para poder optar por aquellos que más te favorezcan. Además, hay que tener en cuenta si te impones ciertas limitaciones, como seguir llevando melena o mantener tu color de base, o si eres capaz de lanzarte a experimentar. En cualquier caso, existen opciones muy apetecibles que darán un aire nuevo a tu pelo y, aunque no te lo creas, te pueden cambiar hasta la manera de maquillarte y vestirte.
Si te apetece empezar con un cambio muy natural, puedes optar por aclarar un par de tonos tu base mediante mechas degradadas de raíz a puntas tipo balayage o babylights, que aportan volumen y movimiento al cabello. También puedes pedir en tu peluquería que utilicen la técnica del contouring capilar, que consiste en dar más luz en la zona cercana al rostro. Verás cómo el cambio rejuvenece tus facciones e ilumina tu piel. Nada radical, todo muy contenido pero efectivo.
Para las morenas basta aplicar unos reflejo chocolate o miel, las melenas castañas pueden apostar por tonos dorados y las de base rubia pueden optar por contrastar con tonos más nórdicos.
Realizar un cambio de look radical con un tinte de pelo es arriesgado, especialmente si tienes que pasar de oscuro a claro porque suele llevar aparejada una decoloración y eso castiga mucho la fibra capilar. Es más recomendable transformar el color poco a poco por medio de mechas, te ayudará a acostumbrarte a los nuevos tonos de tu pelo.
Un nuevo look no tiene por qué implicar un cambio de color, basta un corte de pelo para que todo cambie y no es necesario que pases de una melena larga a un pelo corto, existen muchas opciones intermedias.
Si hablamos de cortes cortos, los que más favorecen a los rostros más finos son el corte pixie (muy cortito) y el bob (por encima del hombro) despuntado. Para rostros más redondos se recomienda un long bob (por debajo del hombro) recto. Si el cabello es fino o escaso se puede aportar volumen mediante capas, ya sean internas o externas.
Para las que siempre han llevado melena y no se quieren deshacer de ellas, pueden elegir entre un corte recto de puntas -para aportar volumen al cabello fino-, unas capas largas -para dar movimiento a la melena si tienes mucho pelo-, un desfilado frontal o un flequillo despuntado -si buscas afinar el rostro- o un flequillo abierto si quieres atreverte, pero no te atreves del todo.
Está más que demostrado que el flequillo es el verdadero milagro antiaging. Hay tantos como facciones y cada uno es capaz de potenciar o camuflar aquello que te interesa. Si lo que buscas es marcar facciones, apuesta por el flequillo recto y denso a la altura de las cejas y si prefieres suavizarlas, elige un flequillo cortina, el que nace a la altura de las cejas y va desfilado en diagonal hasta integrarse en la melena a la altura de las orejas. Otra posibilidad, mientras tomas una decisión más arriesgada, es hacerte un flequillo largo y desfilado que nazca aproximadamente entre la mandíbula y las orejas y se integra escalonadamente en el resto de la melena.
Sólo quien verdaderamente sabe cortar el cabello es capaz de realizar un buen corte en un pelo rizado. No todos los pelos rizados son iguales y el corte acertado depende de muchos factores, pero poniéndote en manos expertas te darás cuenta de lo versátil que puede ser este tipo de pelo.
Si quieres definir el rizo puedes optar por un corte long bob o un midi escalado, puedes disminuir su volumen mediante un vaciado, aumentarlo con capas, hacerte un bob con la nuca rapada e incluso cortarte un flequillo, que es uno de los peinados de más tendencia para este verano. La otra opción, la de una maravillosa melena leonina, es perfecta si le vas a dedicar tiempo y dinero para que esté sana, brillante y nutrida. Si esta es tu elección, añade puntos de luz a tu base natural sin que se aprecie un contraste radical entre tu tono y el de las mechas, bastará con aplicar un número más o menos, según prefieras aclarar u oscurecer tu color.