Habíamos celebrado por todo lo alto estos últimos años el triunfo de las cejas pobladas. Naturales y favorecedoras, consiguen enmarcar nuestra mirada con contundencia, y los lápices para rellenarlas eran nuestros grandes aliados. Pero la moda es siempre sorprendente, y la mismísima Bella Hadid nos demuestra que las cejas finas han vuelto a ser tendencia.
Lo estábamos viendo venir, y ya nos habíamos fijado en cómo se habían atrevido a afinar sus cejas Rihanna o Kate Moss, aunque quisiéramos mirar para otro lado. Si algo hemos de agradecerles a las hermanas Kardashian es que pusieran de moda las cejas pobladas, haciéndonos abandonar ese afán noventero que teníamos por depilarlas hasta hacerlas casi invisibles.
Vale que fue en 2018 para la portada de Vogue y que entendemos la decisión artística que tomó la maquilladora de Rihanna cuando optó por ponerle unas cejas tan finas. Y que sabemos que la cantante no se quedó sin cejas y que el beauty look está conseguido solo con maquillaje.
Pero lo cierto es que Rihanna no parece haber seguido nunca la tendencia de llevar las cejas muy gruesas, y no son pocas las imágenes en las que las vemos de un tono más claro de lo esperable, que hace que pasen casi desapercibidas. En cualquier caso, sus decisiones estilísticas son, por lo general, tan impresionantes como difíciles de imitar, así que ver sus cejas finas no llegó a preocuparnos.
El de la top model, en cambio, es un caso que si nos hizo pararnos a pensar en cuál iba a ser el grosor adecuado de nuestras cejas hace tan solo un año. Kate Moss y su hija Lila Moss mostraban unas cejas que habríamos lucido con orgullo en los 90. En el caso de Kate podemos entenderlo: sus cejas nunca fueron gruesas de manera natural y su rostro pequeño parece demandar que no se entregue al relleno, ni con lápiz, ni con técnicas como el microblading.
El caso de Lila, su hija, nos llamó más la atención porque se veía muy claramente la intención de afinar las cejas. De hecho, el resultado es muchísimo menos natural que de su madre.
El caso de Bella Hadid es el que, definitivamente, nos ha hecho rendirnos ante la evidencia: las cejas finas están de moda. Después de que a muchas nos haya costado sangre, sudor y lágrimas verlas crecer, tras haberlas sometido a las pinzas de depilar sin descanso en décadas pasadas, ahora volvemos a tener dudas acerca de lo que deberíamos hacer con ellas. Sobre todo tras ver a la modelo lucir con orgullo unas cejas cada vez más finas, tanto en su vida personal, como a la hora de desfilar.
Si algo hemos aprendido con los años es que no tenemos que arrojarnos a las tendencias de moda con los ojos cerrados, sobre todo en las que afectan a nuestro aspecto físico. No acertar con un vestido, comprarlo porque está de moda y comprobar después que no nos sienta nada bien puede ser algo frustrante. Pero, como bien sabemos, no pasa de ser un pequeño drama que puede tener los minutos contados.
Depilarnos las cejas, pasarnos de la raya, y comprobar con horror que hemos metido la pata sí puede ser un gran drama. Y esto es así porque el vello facial no crece, ni mucho menos, con rapidez, y mucho menos cuando necesitamos que así ocurra.
Sin lugar a dudas la opción más sensata es apelar al sentido común. No tenemos que llegar al extremo de las ceja tipo león, que puede que por mucho que se lleven no nos sienten nada bien. De hecho, ni siquiera es necesario que las lleves muy gruesas si no te ves favorecida con esa elección. Del mismo modo, optar por una ceja muy fina que puede hacer que nos arrepintamos, antes incluso de que pase la moda, no sería una buena recomendación.
En conclusión, lo mejor es aprovechar que las tendencias van y vienen, para que tomemos este tipo de decisiones tras una reflexión que nos permita ver qué es lo que realmente le sienta bien a nuestro rostro. Y, por supuesto, no dudar en ponernos en manos de un profesional si queremos cambiar el diseño de nuestras cejas.
Tal y como llevamos insistiendo desde el principio, la experiencia es un grado, y cada vez se nos da mejor buscarnos la forma, eficaz y segura, de disfrutar de determinadas tendencias sin que por ello tengamos que sufrir las consecuencias. Veíamos cómo Rihanna transformó sus cejas para la revista Vogue sin tocar un solo pelo gracias al maquillaje.
Pues bien, eso es algo a lo que sí puedes sumarte si algún día quieres revivir tu espíritu más noventero y verte con las cejas finas. Es cierto que exige tener algo de maña y los productos adecuados, pero seguro que te merece más la pena que emular a Bella Hadid sin saber si vas a querer verte con las cejas ultrafinas cada mañana.