La cosmética sólida no acaba en el jabón de tocador y si ya has conocido el champú en formato sólido seguro que ha supuesto un cambio en tu vida, tanto por el ahorro económico y de espacio como por todos los beneficios que tiene. Ahora toca dar un paso más y conocer al resto de sus compañeros: el acondicionador, los limpiadores y las hidratantes en formato sólido.
Además del indiscutible ahorro de espacio, tanto en la maleta como en el baño, suponen un ahorro económico real. Se suelen elaborar con productos naturales beneficiosos para la salud de la piel y el pelo y al evitar los envases de plástico, también cuidan del medio ambiente.
A todos los beneficios que aportan los cosméticos sólidos, hay que añadir que un acondicionador sólido está libre de sulfatos, parabenos, siliconas y alcohol y eso significa que no irrita, no reseca el pelo, aporta brillo y suavidad, nutre en profundidad, desenreda, controla el encrespamiento, ayuda a prevenir las puntas abiertas y frena el exceso de grasa. Hay que advertir que es necesario utilizarlo durante dos o tres lavados para notar todos sus efectos, igual que ocurre con el champú sólido.
La forma de uso es sencilla: humedece las manos, frota la pastilla hasta que emulsione y aplícala sobre el cabello según tus necesidades. Hay que dejar actuar unos minutos y enjuagar con abundante agua. Para conservarlo en buen estado hay que evitar que le caiga agua encima mientras te estás duchando y después de cada uso hay que dejar la pastilla en un lugar aireado.
Una hidratante sólida está especialmente indicada para pieles secas ya que, por su composición a base de aceite de oliva, manteca de karité, manteca de cacao y aceites esenciales, nutre, hidrata, equilibra, repara y protege la piel.
Se puede utilizar sobre la piel seca o húmeda dependiendo de si necesita mayor nutrición o un resultado más ligero. En el primer caso, aplícala sobre la piel seca y masajea hasta que la mayor parte del producto se haya absorbido. En el segundo, bastará con usarla en la ducha sobre la piel limpia y húmeda.
También el agua micelar apuesta por la cosmética libre de plásticos. Se formula con tensioactivos suaves formadores de micelas que limpian, tonifican y nutren la piel gracias a su alto contenido en manteca de karité, que hidrata, suaviza y acondiciona el rostro. Basta enjuagar la cara con agua, humedecer la pastilla y frotarla entre las manos hasta obtener la espuma que se aplica en el rostro con movimientos circulares. Termina enjuagando la cara con abundante agua.
Es lógico que no estés dispuesta a limpiarte la cara con cualquier jabón, pero existen desmaquillantes sólidos formulados con arcillas y aceites naturales que no sólo limpian y desmaquillan, sino que respetan el manto lipídico de la piel. Se pueden utilizar directamente sobre el rostro húmedo o sacarle espuma entre las manos previamente mojadas y aplicarla sobre la cara en movimientos circulares. Es importante aclarar el rostro después con abundante agua.