La avena suma cada vez más adeptos a sus filas. Es un alimento rico en fibra y antioxidantes que sienta muy bien, delicioso y nutritivo. Además, se puede integrar en miles de platos, por la mañana o por la noche, por lo que nunca te cansarás de ella.
Los beneficios de integrar la avena en la dieta se notan desde el primer día. Por ejemplo, desayunar copos se convierte en una alternativa a las tostadas o galletas que sacia y regula el tránsito intestinal. Se trata de un cereal muy completo, con carbohidratos, fibra, proteína y grasas, que también tiene altos valores de hierro, zinc o vitamina B1. Además, no es muy calórico. Esta combinación convierte a la avena en un potente aliado de nuestro bienestar.
Sus beneficios para la salud no se pueden contar con los dedos de una mano. Se suele decir que es el cereal más proteico, pero, además, también cuenta con fibras solubles e insolubles que ayudan a paliar las carencias más habituales de la dieta mediterránea. Sus hidratos son de absorción lenta, por lo que no solo son muy saciantes, sino que el aporte de energía se extiende durante horas.
La avena también es muy rica en antioxidantes, que no solo combaten la oxidación celular, sino que también regulan la presión arterial y funcionan como antiinflamatorio, ya que favorecen la dilatación de los vasos sanguíneos. Todo eso sin olvidar sus beneficios para la piel.
Por otro lado, la fibra de la avena tiene un efecto prebiótico en el intestino, como cuentan en la revista Cuerpomente, lo que “alimenta las bacterias beneficiosas que componen la microbiota” y favorece su crecimiento y permanencia en nuestro aparato digestivo. Esos mismos componentes ayudan a reducir el azúcar en sangre y a mejorar la respuesta insulínica. De hecho, es un alimento muy indicado para personas diabéticas.
Este cereal también ayuda a reducir el colesterol malo LDL y a evitar la oxidación del colesterol, lo que previene enfermedades y trastornos cardiovasculares. Por todo ello, puede ser un gran aliado para mantener el peso, ya que es saciante y evita los altibajos de glucosa. Integrada en una dieta completa y variada, la avena es un alimento muy beneficioso para la salud.
Además, se puede integrar de muchas formas en nuestros platos. Puedes encontrarla de varias texturas y formas: copos, harina, salvado... Por la mañana, por ejemplo, se pueden elaborar unas gachas de avena con los copos y añadirle después frutas: un desayuno completo y equilibrado, además de muy saciante. Si lo prefieres, también puedes integrar los copos a tus mueslis, o preparar tu propia granola en casa, a tu gusto. El salvado de avena también es muy útil para los batidos de frutas y verduras o yogures.
La avena es una amiga a tener en cuenta a la hora de hacer repostería. Las galletas, tortitas o tartas cuya masa integra avena son mucho más saludables que la bollería industrial. Pero si lo tuyo son los platos salados, puedes incluir la avena en tus sopas o cremas de verduras, o como base para tus salteados de verduras y ensaladas. También puede usarse como sustituto del pan rallado en rebozados.
Hoy en día, todos los supermercados venden harina, salvado o copos de avena con los que puedes comprobar los beneficios de este cereal. Seguro que, una vez lo pruebes, no querrás dejarlo.