Misión: mantener a salvo tu melena. ¿Cuándo y cómo usar un protector térmico?
Si tu rutina capilar incluye el secador, la plancha o las tenacillas, necesitas incluir en ella el uso de un protector térmico.
Los protectores térmicos protegen el cabello de los daños que produce el calor, como la deshidratación o la rotura capilar.
Te contamos cuándo debes utilizarlos y cómo para no renunciar a tus herramientas de calor favoritas.
Nos encanta la cantidad de peinados que podemos hacernos gracias a los secadores, planchas o tenacillas, pero usarlos con frecuencia estropea y daña la fibra capilar, deshidratándolo y favoreciendo su rotura. La única forma de evitar que esto ocurra y no renunciar a nuestras herramientas de calor favoritas, es controlando la temperatura, utilizando planchas y tenacillas con el cabello seco y aplicando un protector térmico. Esto último es algo de lo que no olvidamos con frecuencia, y seguramente se trata del mayor error de todos.
En el momento en el que incorpores a tu rutina capilar un protector térmico, descubrirás que es un gran aliado del que ya no podrás prescindir. La gran mayoría no solo protegen la fibra capilar de las altas temperaturas, también hidratan, reparan, aportan brillo y tienen acción anti frizz. Úsalo siempre antes de aplicar una herramienta de calor, y el modo de hacerlo es el siguiente.
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¿Cómo utilizar un protector térmico?
Antes de nada, los protectores térmicos sirven para todo tipo de cabellos, sin importar que sean largos o cortos, y pueden utilizarse en seco o con el cabello húmedo:
- Aplícalo en el cabello húmedo si a continuación vas a utilizar el secador. Aunque el uso del secador nos parezca habitual, utilizarlo a una temperatura alta y de manera frecuente estropea muchísimo el cabello.
- Aplícalo en el cabello seco si a continuación vas a utilizar una plancha alisadora, un cepillo eléctrico o un rizador. No olvides que todo suma, así que regula la temperatura para que no sea superior a 180º.
En ambos casos, separa el cabello en mechones, y reparte el producto de manera uniforme con un movimiento que vaya de arriba abajo, insistiendo en las puntas. Es importante que vayas mechón a mechón para asegurarte de que todo el cabello queda cubierto con el protector térmico. Si lo aplicas correctamente, evitarás el daño capilar, y tu pelo quedará hidratado, flexible y resistente.
Cómo escoger el protector térmico
No todos son iguales, y lo primero en lo que debes fijarte es el nivel de protección térmica que ofrecen, es decir, hasta qué temperatura máxima pueden ser efectivos protegiéndote. Los mejores evitan que el cabello se dañe con temperaturas de hasta 220º, aunque te recordamos que no es conveniente que no superes los 180º.
También puedes mirar la composición. Si contienen dos tipos de silicona, Cyclometicona y Dimeticona, serán los más adecuados para reducir la reacción molecular que estropea el cabello.
Eimi Thermal Image de Wella
Este protector térmico es uno de los más valorados para proteger tu cabello cuando usas herramientas de calor. Es un spray bifásico con una protección térmica de hasta 220º. La fase 1 nutre el cabello y lo protege del calor, la fase 2 suaviza para que el resultado sea perfecto. Tiene un aroma fresco y efecto anti frizz.
Protector térmico GHD Bodyguard
Este spray de protección térmica de ghd es número 1 en ventas.Aseguran que puedes crear todo tipo de peinados (rizos, ondas y alisados) utilizando herramientas de calor cuidando de las cutículas y sin alterar el estado de tu cabello. Es más, proporciona una sensación visible de que el pelo está sano. Su fórmula es ligera e invisible, protege hasta 220º y su aroma es fresco y agradable.
Spray Fijador Elnett Satin de L’oreal Paris
Es una laca en spray para el pelo, con una doble función: añade a sus propiedades fijadoras, la protección térmica. El look queda fijo hasta tres días y aporta un plus de volumen a tu cabello. Contiene el activo Xylose que permite mantener el cabello intacto hasta 230º, creando una capa invisible sobre la fibra capilar protectora del calor.