Di 'adiós' a la flacidez en la cara: los mejores trucos para incluir en tu rutina de belleza
La flacidez en la cara es un problema muy común que se podrá combatir.
Esta se produce por el paso del tiempo, asó como por el fotoenvejecimiento y el tabaquismo.
Para prevenir la aparición de la flacidez se podrán seguir una serie de consejos, como la aplicación de mascarillas o los masajes faciales.
Tener un rostro joven y firme será especialmente complicado sobre todo con el paso del tiempo. Por eso, lo más recomendable será seguir una serie de consejos y rutinas de belleza y que permitirá tener la piel nutrida y con un buen estado, evitando la aparición de la flacidez en la cara.
La flacidez facial es un problema estético que se puede convertir en uno de los mayores complejos de algunas personas, ya que es bastante visible. Esta se produce por una pérdida de firmeza de la piel del rostro, causada por la disminución de las fibras como la elastina, que es la encargada de proporcionar la elasticidad en la piel.
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Esta disminución se debe al envejecimiento cutáneo que provoca que la piel se descuelgue y aparezcan las arrugas en el rostro. Los primeros puntos que muestran esa pérdida de firmeza son el arco mandibular, la papada, los surcos nasogenianos y los párpados.
Por qué se produce la flacidez facial
La flacidez suele aparecer, además de por el paso del tiempo, en el caso de que haya fotoenvejecimiento y tabaquismo, ya que el exceso de radiación solar y la mala oxigenación pulmonar por el tabaco pueden acelerar la oxidación celular. Además, este hecho produce deshidratación, aumenta la destrucción de las fibras del colágeno y de la elastina. También acelera su aparición una dieta baja en proteínas, la predisposición genética, determinados fármacos, la pérdida de peso acelerada y la vida sedentaria. Por tanto, para evitar su aparición el cambio se deberá producir en el exterior, pero también el interior.
Ejercicios faciales
Para decir 'adiós' a la flacidez facial lo mejor será que sigas una serie de consejos. El primero será el de realizar ejercicios faciales. Uno de los más recomendados es el entrenamiento de la cuchara. Para ello, deberás coger una cuchara limpia y colocar el mango sobre los labios. Luego, habrá que apretar para que se sostenga con fuerza y sonreír haciendo que la cuchara se eleve. Deberás mantener esta posición durante, al menos, diez segundos, descansar cinco y repetirlo nueve veces más.
Masajes
Uno de los masajes recomendados será el Gua Sha, que se realiza con una piedra de jade o de cuarzo que posee unos extremos curvados para realizar esos masajes faciales y corporales. En la cara se deberá hacer con movimientos ascendentes en las áreas flácidas y en las que haya retención de líquidos. De esta manera se buscará drenar toxinas, activar la circulación y esculpir el rostro.
Mascarillas tensoras
Otra opción será aplicar mascarillas tensoras. Estas producirán un efecto lifting y harán que el rostro no se caiga. Una de las más recomendables será una mascarilla de miel con huevo, que habrá que preparar separando la clara, batirla a punto y combinarla con una cucharada de miel. La mascarilla de uvas con avena también será perfecta, para hacerla tendrás que triturar una parte de cada ingrediente, mezclarlo y aplicarlo en las zonas de flacidez.
Aparatos electrónicos
Otra opción será la de usar un aparato electrónico para hacer desaparecer la flacidez. En la industria de la tecnología cosmética existen distintos dispositivos para redefinir los contornos del rostro y aumentar su flexibilidad en la piel. De la misma forma, con estos aparatos también se podrán reducir las arrugas.
Aloe vera, la planta regeneradora
Para reducir la flacidez también será muy apropiado el aloe vera. El gel que contiene este producto hidratará la piel y ayudará a su regeneración. Para ello, habrá que contar con una cucharada de gel de aloe vera, media cucharada de aceite de coco y una cucharadita de miel, mezclar todos los ingredientes y aplicarlo en la cara. Luego, habrá que enjuagar con agua fría y repetir esta aplicación cada dos días.
Agua de rosas, el mejor tónico natural
Otra opción será el agua de rosas, que se trata de un tónico natural que disminuye la flacidez facial y otros problemas estéticos. Además, actúa como un potente protector epitelial. Para conseguir el ungüento habrá que mezclar media taza de agua de rosas, media cucharada de limón y una cucharada de agua de hammelis; luego, combinar los tres ingredientes en un frasco con tapa y agitarlo para que quede todo bien mezclado. Finalmente se aplicará el producto resultante con un algodón sobre el rostro y el escote toda la noche. Habrá que repetir la aplicación todos los días.