Hablamos de bótox y de inmediato nos vienen a la cabeza arrugas que desaparecen de la cara como por arte de magia. Es un fármaco que, mediante su infiltración con aguja, paraliza temporalmente el músculo tratado. Sus efectos mejoran a los 3 o 4 días de aplicación, porque la inmovilización del músculo es gradual, y duran entre 4 y 6 meses.
El bótox también se usa en oftalmología
En cuanto al uso médico del Botox comienza en el área oftalmológica para tratar el estrabismo, ya sea desviación del ojo hacia adentro como Luci Liu, o hacia afuera como Heidi Klum. En el caso del estrabismo el Botox es curativo, sobre todo en pacientes de edad infantil, requiriendo únicamente una o dos inyecciones.
Y para evitar la migraña
Otras patologías como la migraña crónica en pacientes adultos que no han respondido a otros tratamientos encuentran una solución en la aplicación de Botox mediante inyecciones en la cabeza, el cuello y músculos de la mandíbula. También es una terapia básica para el tratamiento de la espasticidad o rigidez muscular de personas que han sufrido un ictus o tienen parálisis cerebral.
Incontinencia urinaria y exceso de sudoración
La Toxina Botulínica funciona contra las enfermedades producidas por un exceso de actividad nerviosa como la incontinencia urinaria y la hiperhidrosis o exceso de sudoración, que te puede llevar a situaciones tan incómodas como la que sufre Halle Berry en el programa de Ellen DeGeneres. Una inyección, en la pared de la vejiga reduce la incontinencia y en las axilas paraliza la actividad de las glándulas sudoríparas durante 10 meses.
Tics y bruxismo
Existen otra serie de procesos de contracción exagerada que pueden ser tratados con Botox como los blefaroespasmos o cierre involuntario de párpados, guiños o tics faciales, el bruxismo o cierre mandibular involuntario con rechinar de dientes o las contracturas cervicales crónicas.
Famosas que se han pasado con el botox
Muchas, muchísimas famosas usan el botox habitualmente como tratamiento cosmético y tratan de negarlo subiendo a las redes fotografías con gestos como el de Megan Fox que, frunciendo de manera extraña su ceño, señala arrugas en su frente que nunca más hemos vuelto a ver.
La idea no es paralizar los músculos de tu cara hasta que no te dejen ni sonreír, aunque ese sea el objetivo que parece haberse marcado alguna ‘celeb’ que, como Kilie Minoge, pierde su encanto a cada nuevo pinchazo. Lo ideal no es parecer un muñeco de cera. Su cara es antiestética porque carece absolutamente de arrugas: ni patas de gallo, ni entrecejo ni comisuras de los labios, a la cantante se le han borrado todas las señales de vida.
Otro caso de error garrafal es el de Nicole Kidman. Pasó, a base de inyecciones y otros tratamientos, de ser una chica con la cara mona a ser una mujer con la cara rara. Algo de lo que hasta ella se ha arrepentido. Muchas son las actrices que han desgraciado su cara buscando la eterna juventud: Meg Ryan, Melanie Griffith, Carla Bruni o Emmanuel Beart han pasado por y se han pasado con el Botox.
Retoques anti-edad que funcionan
A pesar de estos errores, en la medicina estética ha supuesto un gran avance, pues el Botox bien aplicado da un aspecto fresco, juvenil y descansado sin necesidad de cirugía, es el caso de mujeres como Sharon Stone o Michelle Pfeiffer. Además es capaz de rejuvenecer un rostro hasta 10 años. No es cierto que pasados sus efectos la arruga inicial empeora, en todo caso vuelve a su estado original.
Las zonas que habitualmente se tratan son el tercio superior: patas de gallo, arrugas de entrecejo, nariz y frente y las arrugas de las comisuras que hacen que la boca caiga hacia abajo. Se trata de un producto de uso médico por lo que debe ser aplicado por un especialista en estos tratamientos, nunca por cosmetólogos o esteticistas.
En ocasiones puede convertir a una modelo en supermodelo. Fue el caso de la española Esther Cañadas, que nunca reconoció haberse retocado los labios y es el caso de Rosie Huntington-Whiteley, que no ha dudado en seguir sus pasos. No obstante la inyección de Botox tiene una vida útil de 3 a 6 meses, por lo que es obligatorio repetir el proceso de manera sistemática.
Aumentar el grosor de los labios es una de las demandas más habituales y famosas como Elsa Pataky o Marta Sánchez han mejorado su aspecto gracias a, entre otros muchos tratamientos, un aumento de volumen labial. Pero hay que ir con cautela y evitar un exceso de volumen, el truco está en parecer lo más natural posible.