Corrector, tratamientos y más: las mejores opciones para eliminar o disimular las ojeras
El origen de la ojera determina el mejor tratamiento para hacerlas desaparecer
El contorno de los ojos es una zona especialmente delicada, tanto por el espesor de la piel, la más fina del cuerpo, como porque contiene menos fibras de colágeno, elastina y glándulas sebáceas que el resto del cuerpo. Estas características predisponen a la aparición de bolsas y ojeras que en ocasiones se deben a factores genéticos y en otras a la adopción de malos hábitos.
Hay que diferenciar entre las bolsas, que consiste en el abultamiento del párpado inferior, de las ojeras, que consiste en la hiperpigmentación de la zona y el tratamiento difiere en un caso y otro.
La manera en que hay que tratar las ojeras depende de cuál sea su origen, ya que el método debe ser diferente si se trata de un factor hereditario, de carencias alimenticias, de pérdida de volumen periorbital o de falta de descanso, así que el primer paso para deshacerse de ellas es acudir a especialistas que hagan un diagnóstico.
Los correctores
La manera más sencilla de ocultar unas ojeras marcadas es mediante un corrector de ojeras, que es exactamente lo contrario de un iluminador. Un corrector tiene como función corregir imperfecciones, un iluminador potencia y resalta aquellas zonas en las que lo apliques. Así que, a la hora de elegir un corrector, que no te vendan nada que brille.
La elección del color depende de dos cosas: de si te maquillas o no y del tono de las ojeras.
Si te vas a maquillar después, puedes usar un corrector-matizador que son los que se utilizan para camuflar manchas, cicatrices y ojeras de color intenso: si las ojeras son de color azulado necesitas un corrector de color naranja y si son violeta, lo ideal es elegirlo amarillo.
Si no te maquillas, debes utilizar un corrector beige, pero también aquí hay varias opciones: si tus ojeras marcan un hueco bajo el ojo, elige un corrector que tenga un tono menos que el de tu piel, si la ojera es abultada, busca un tono más oscuro al de tu piel y si no hay que corregir volúmenes, elige un color exacto al tuyo.
También es importante elegir la textura adecuada del corrector. Lo más sencillo es optar por una textura fluida, porque son más fáciles de aplicar sin errores y porque al ofrecer una cobertura media apenas se notan y no marcan las líneas de expresión ni hacen efecto acartonado.
Los formatos más cómodos son en barra, mousse y corrector líquido. Las de barra son bastante cubrientes, así que hay que ser cuidadosos y usar poca cantidad. La mousse tiene de bueno que es muy ligera y perfecta para pieles grasas ya que al contacto con la piel se transforma en polvo. El corrector líquido es el más recomendable para pieles secas, además es el más fácil de usar, pues se acompaña de un pincelito para su aplicación.
Otro factor determinante es el modo de aplicación. Lo ideal es que lo hagas una vez te hayas tratado la piel con tus cremas diarias y si utilizas base de maquillaje, usa el corrector-matizador antes y si sólo vas a utilizar corrector beige, después.
No hay que arrastrar el producto por todo el contorno del ojo, lo ideal es aplicarlo bajo el ojo (nunca en el párpado) a golpecitos con los dedos y difuminarlo con una brocha suave en forma de triángulo invertido (no hace falta que el triángulo te llegue a las mejillas). Insiste en difuminar bien los extremos para que se fundan perfectamente con tu piel y no se vean cortes.
Si al aplicarlo compruebas que has comprado un corrector demasiado cubriente, puedes rebajar su densidad mezclándolo con el contorno de ojos, porque la clave es que no se note que lo llevas.
Tratamientos cosméticos
También puedes tratar tus ojeras con un contorno de ojos específico cuya composición debe ser diferente si el origen está en un adelgazamiento de la piel, en su hiperpigmentación o en el cansancio. En el primer caso lo que se busca es engrosar la piel y estimular la circulación y el activo más adecuado en este caso es el ácido hialurónico. Si necesitas despigmentar, debes usar cosméticos que contengan hidroquinona o ácido kójico. Si la causa es el cansancio, además de intentar ponerle remedio, busca ingredientes que estimulen la oxigenación como la vitamina C, que mejoren el edema, como la cafeína y que eviten la coagulación sanguínea como la vitamina K.
Tratamientos naturales
La cosmética natural puede ser muy eficaz si buscas matizar las ojeras. Las míticas rodajas de pepino o de patatas, que también puede aplicar en la piel previamente rayada y hecha una pasta, contienen vitamina C y ayudan a descongestionar y mitigar el color de las ojeras al tiempo que hidratan y nutren la piel del contorno del ojo.
Tratamientos estéticos
Otra opción es recurrir a tratamientos estéticos para eliminar las ojeras de manera definitiva. Hay que hablar de diferentes tratamientos atendiendo al origen de las ojeras: infiltraciones de ácido hialurónico si su origen es un adelgazamiento de la piel que transparenta el riego sanguíneo en esa zona, tratamiento láser o de luz pulsada si necesitas despigmentar la zona periorbital y, finalmente, si necesitas descongestionar por cansancio, puede funcionar la carboxiterapia para estimular la microcirculación sanguínea.
Modificar la dieta
En ocasiones, las ojeras no son más que consecuencia de malos hábitos alimenticios. Es importante aumentar el consumo de verduras de hoja verde y de alimentos ricos en vitamina C y en hierro que puedes encontrar en alimentos como el huevos y las legumbres.