Con motivo de la presentación de su nuevo libro ‘Strong’, Elsa Pataky viajaba a España para hablar de los trucos de belleza y salud que desvela en este último proyecto. La actriz ha confesado que realiza un ayuno que considera muy “saludable”, pero gran parte de sus seguidores no han opinado lo mismo y la polémica ha estado servida en redes sociales. Desde Diviniy.es hemos hablado con un especialista que nos ha contado cuánto hay de cierto en este “truco antiedad”.
El truco de belleza y salud que sigue diariamente Elsa Pataky consiste en hacer ayuno intermitente 16:8, esto quiere decir que el cuerpo descansa de alimentos sólidos cada 16 horas y es alimentado las 8 horas del día restantes. Por la rutina que lleva en Australia, la actriz asegura que a las 8 de la tarde deja de comer y no vuelve a desayunar hasta pasadas 16 horas, una practica que realiza con su marido. Además de Pataky, otras celebrities como Jennifer Aniston o Reese Witherspoon también se consideran fans de este truco pero, ¿es realmente saludable?
Las dietas siempre tienen seguidores y detractores. En este caso, las redes sociales se han inundado de comentarios y hay opiniones de todo tipo: “Que sea Elsa Pataky la que hable del ayuno 16/8 tiene delito”, “Tiene muchísimos beneficios, pero hay gente que no lo puede practicar”, “Recomendar eso es de locos. Recordad que no es endocrino, ni nutricionista, ni médico” o “Madre mía que locura”, son solo algunos de los mensajes que se han escrito en las redes sociales tras sus últimas declaraciones.
Desde Divinity.es hemos hablado con la Dra. Ana Zugasti, vocal de comunicación de la Sociedad Española de Endorcrinología y Nutrición (SEEN) y nos ha contado lo siguiente: “Es importante remarcar que el ayuno no puede considerarse una dieta, puesto que esta pauta implica restringir alimentos durante un tiempo determinado, mientras que el concepto de dieta alude a la ingesta habitual de alimentos y bebidas. Existen diversas fórmulas de ayuno intermitente o esporádico, siendo las más habituales las de periodicidad diaria (al menos 12 horas de ayuno, siendo la más conocida la pauta 16/8) y semanal (generalmente un día o dos a la semana, seguidos o no); dentro de esta segunda opción, la más popular es la llamada ‘dieta 5:2’, que propugna comer normal cinco días a la semana y una reducción severa de la ingesta (sobre el 75%) los dos siguientes. El ayuno con periodicidad mensual (ayunar un par de días seguidos cada mes) se practica en menor medida.
Uno de los más comunes, conocido como 16/8, es una metodología nutricional basada en el ayuno intermitente y consiste en ayunar durante 16 horas (que suelen incluir las 8 horas de sueño), permitiendo la ingesta durante las 8 horas siguientes. La ‘ventana’ de alimentación más común es desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Habitualmente no hay normas estrictas de lo que se puede ingerir en las horas permitidas. Se asume que con el periodo de ayuno se disminuye la ingesta habitual en 300-500 kcal/día. Teniendo en cuenta los resultados publicados hasta el momento parece probable que el ayuno intermitente pueda ser tan efectivo y seguro como una dieta de restricción calórica equivalente. Es decir, que puede ser una opción útil pero solo para algunas personas. Cuánto ayuno es beneficioso y cuál es el punto que determina el equilibrio entre el beneficio a largo plazo o el daño por ingesta calórica insuficiente está aún por resolver. Falta evidencia y resultados a largo plazo para plantear este tipo de plan dietético de forma extensiva. Sería interesante también tener en cuenta el posible valor añadido de un plan de ejercicio físico asociado a este tipo de pautas.
Entre los efectos secundarios del ayuno están los dolores de cabeza, mareos, dificultades para mantener la concentración, la alteración de otras enfermedades o de la absorción de medicamentos. Asimismo, se pueden presentar déficit de nutrientes en función del tiempo de ayuno y la composición de la dieta que se consuma en las horas permitidas. Hay que tener en cuenta que ‘dejar de comer’ no educa para aprender a comer y mantener una dieta saludable y en algunas personas vulnerables podría desencadenar un trastorno de conducta alimentaria. Las personas que tiene problemas de colesterol, presión sanguínea, diabetes o cardiopatías, o las mujeres embarazadas o en lactancia, niños y adolescentes, ancianos y personas con trastornos de conducta alimentaria deberían siempre consultar con un especialista antes de adoptar una dieta de ayuno intermitente”.