Una dieta equilibrada puede ayudar mucho a tener una piel luminosa y saludable, pero no es suficiente. La piel es el órgano más grande y, además, es la barrera de la que dispone el cuerpo para defenderse de las agresiones externas, pero es al último que le llegan los nutrientes que antes deben pasar por el sistema circulatorio y muscular.
Para que la piel luzca en todo su esplendor, es necesario complementar las vitaminas que aporta la alimentación con otras aplicadas por vía tópica. Estas son las que necesita tu piel, así que búscalas entre los ingredientes de tus cremas habituales.
Son vitaminas esenciales que el cuerpo no puede sintetizar y que deben ser suministradas a través de la dieta. Su función es ayudar a la piel a aumentar la renovación celular y mejorar el número de células nuevas que se elevan a la superficie de la epidermis. Protege a la piel contra la radiación ultravioleta, reforzándola frente al sol y ayudando a activar el bronceado y que éste este sea más intenso y duradero.
La también llamada niacina tiene efectos antiinflamatorios, es un potente antioxidante e interviene en la formación de colágeno y del factor de humectación de la piel. Además, contribuye a la disminución de las manchas y el enrojecimiento provocado por la rosácea, e incluso puede ayudar a disminuir el acné
Es conocido como ácido pantoténico y su función es contribuir a aumentar la síntesis de lípidos de la piel. Su función es hidrarla, mejorar la barrera cutánea, prevenir las arrugas y el envejecimiento, además de contribuir a la curación de heridas y quemaduras.
Es otra vitamina esencial para el cuerpo humano que necesariamente debe ser absorbida a través de la dieta. Esta vitamina es determinante para la salud y la firmeza de nuestra dermis, porque es necesaria para la síntesis de colágeno y el metabolismo de las proteínas, además de ser un antioxidante importante que previene el daño causado por los radicales libres.
En el caso de la vitamina D, que necesaria para absorber el calcio y determinante para el buen funcionamiento del sistema inmunitario, nervioso y muscular, la relación es inversa. Esto significa que es necesaria la piel para poder sintetizarla ya que el cuerpo sólo es capaz de producirla después de exponerse a la luz del sol.
Esta vitamina tiene múltiples funciones para la piel: es esencial para prevenir el daño de los radicales libres, hidrata y previene la pérdida de agua, calma y reduce la inflamación, ayuda a difuminar las cicatrices y a eliminar los pequeños granitos e imperfecciones.
Además de la importante función que tiene en la coagulación de la sangre, en lo que respecta a la piel, tiene la capacidad de fortalecer las paredes de los capilares sanguíneos y generalmente se usa en cremas de ojos para reducir la apariencia de las ojeras. La vitamina K también se utiliza para aliviar pieles irritadas.