Cada vez son más las opciones de recogidos que surgen por los pasillos de Instagram a modo de inspiración para hacer con nuestro pelo. Y no solo se trata de esos recogidos elaborados que llevaríamos a una boda o a un evento especial, sino a los más cotidianos y podemos hacer nosotras mismas en casa a pesar de no ser demasiado mañosas. Uno de estos es el ‘half-up bun’ o lo que es lo mismo, ese moño alto que se hace con la mitad del pelo para dejar la otra mitad suelta, es decir, en semi recogido, y que se ha puesto realmente de moda en el último tiempo.
El ‘half-up bun’ se ha convertido en el recogido del día a día por excelencia. Y es que se trata de un peinado que da personalidad, ya que es un paso intermedio entre llevar el pelo suelto y recogido. Por eso, además, es un peinado de lo más cómodo y práctico, además de ideal para la primavera y el verano, a pesar de que se lleva en cualquier temporada. Y es que, nos ayuda a despejar la cara del pelo como cualquier recogido, algo que aporta frescor y es un salvavidas para los momentos de alergias y evita que el pelo nos moleste, sobre todo esos días en el que vamos de aquí para allá, en los que nuestra rutina es frenética y necesitamos sentirnos lo más libres y cómodas posible.
Pero lo mejor del ‘half-up bun’ es que es un semi recogido muy sencillo de hacer. Cierto es que las primeras veces que lo hemos hecho o que solo lo hemos intentado y desistido no ha salido del todo bien. Primero porque no nos vemos y segundo porque no siempre se toma la cantidad justa y adecuada de pelo, con lo que terminan quedando pequeñas calvitas, mechones mal colocados, abombados y más pelo en un lado que en otro. Y es que, hacer bien el ‘half-up bun’ tiene truco. Toma nota, así es como se hace.
El ‘half-up bun’ se puede hacer con el pelo liso, rizado u ondulado, da igual, es un semi recogido apto para todo tipo de cabello. Pero es cierto que con el pelo liso es mucho más sencillo de lograr y de conseguir mejores resultados porque es mucho más manejable. Por eso, lo primero que haremos será alisar el pelo y sino lo queremos al completo, al menos sí los mechones delanteros, que serán los que recogeremos después, y los pequeños 'baby hairs' rizados que arruinan los peinados.
A continuación, una vez el pelo esté liso o tratado para después poder recogerlo, llega la hora de cepillarlo de nuevo para asegurarnos de que cada mechón de pelo está en su sitio. Iremos preparando ya las secciones en las que, a continuación, se dividirá el pelo para hacer el recogido.
A pesar de que no es necesario, se puede trazar la raya en medio o al lado si así nos es más sencillo para después recoger los mechones del cabello hacia atrás.
Ahora llega el momento de, mientras peinamos, ir separando el cabello. Tendremos que dividir el cabello en, aproximadamente, dos mitades, aunque la parte superior será mucho menor y menos densa que la inferior, que será la que quede suelta, especialmente si no tenemos mucha densidad o tenemos el pelo fino.
La mitad superior, que sobre todo corresponde a los mechones delanteros, se lleva hacia atrás. Podemos ayudarnos con un peine, pero este paso será mucho más sencillo hacerlo con los dedos, además así el moño quedará mucho más natural y no tan ajustado. Con esa parte y una goma haz lo que sería una media cola de caballo. Pero eso sí, no des todas las vueltas de la goma, de hecho, con una bastará porque hay que reservar el resto de goma para recoger el pelo en un pequeño moño.
No se trata de un moño exacto ni pulido, sino más bien deshecho. Por eso, lo que haremos será enrollar ese pelo, que hemos llevado hacia atrás en el paso anterior, con la goma, de tal forma que se cree una especie de lazo de un solo hueco con el pelo. Lo ideal es que, para rellenar el hueco que puede haber entre la goma y el resto del pelo y que no se vea, lo mejor será no enrollar todo el pelo, sino dejar que el final caiga de la goma de forma vertical.
No pasa nada si notas que han quedado huecos en el semi recogido. Por último, se abombará tanto el moño para darle densidad y hacerle parecer más grande, como la parte de arriaba del pelo para aportar volumen. Eso sí, hazlo con cuidado porque si aprietas demasiado el moño se pueden soltar mechones y arruinar el resultado.