La henna es un tinte natural, que sale de la planta conocida como arjeña o alheña. Sobre todo la henna la hemos conocido para usarla para tatuajes duraderos pero no permanentes pero no es la única función que tiene la henna, sino que también sirve como tinte.
Cambiar el color del pelo parece estar de actualidad. Ya de normal por nuestra cabeza (o la de muchas) pasa o ha pasado alguna vez la idea de cambiar el color de pelo, por probar algo diferente a lo que llevamos viendo desde que nacimos prácticamente, pero ahora mucho más. Y es que el tinte para transformar el tono de nuestro pelo es la forma más sencilla, porque también es la más fácil con la que volver a atrás. Pero a pesar de ello, todavía hay muchas reticencias al tinte por miedo a que sus químicos estropeen y dañen el pelo y este se debilite o incluso hay quien sufre alergias a este tipo de productos. Pero la henna es la solución para aquellas que han dicho no al tinte pero no quieren decírselo a teñirse y experimentar con su pelo.
Pero a pesar de que teñirse el pelo con henna es una gran opción y lo más importante natural y orgánica, por lo que no daña el pelo, hay que tener en cuenta algunos aspectos antes de lanzarnos de cabeza a atrevernos con ella. Además, la henna no deja de ser una gran desconocida en cierta manera. Así que, te damos todas las claves que necesitas para que teñirse el pelo con henna sea un acierto y no te arrepientas.
Todo depende del tipo de henna que utilicemos, y es que sí, no solo hay una. Actualmente encontramos la henna natural pero también henna de colores y también depende de con qué se mezcle. La natural es perfecta para los cabellos castaños y cobre natural, ya que recupera su tono y da matices de esos mismo tonos.
También encontramos la henna hindú, perfecta para los cabellos oscuros. La henna roja para tonos más rojizos y caoba y hasta negros, algo que también se consigue añadiendo vino tinto a la henna. Para rojos menos llamativos pero oscuros y que tiren hacia un castaño, puedes mezclar la henna con té o café.
También se puede sumar a otros tintes naturales como la cassia, perfecta para el castaño claro y los tonos más claros, porque da tonos dorados, algo que también consigue al mezclarla con ruibarbo; o el índigo, para obtener colores oscuros.
Antes de nada, lo primero que hay que hacer es la mezcla de la henna. La henna puede encontrarse en polvo o sólida. La sólida habrá que cortarla en trocitos, pero de cualquiera de las dos maneras para poder teñirse el pelo con henna hay que mezclarlas con agua. Eso sí, para que la sólida pueda deshacerse en el agua, deberemos calentarla al baño maría y después meterla en el agua hirviendo. En polvo da igual lo caliente que esté el agua. En ambos casos deberá quedar una especie de papilla. Si es en polvo se recomienda dejar reposar durante unas horas, mientras, si es sólida, dejaremos también reposar para que se enfríe un poco y no nos quememos pero la mantendremos al calor del baño maría mientras la aplicamos.
Llega el momento de aplicar la henna. Para que esta cale mejor no es necesario que tengas el pelo demasiado sucio pero tampoco excesivamente limpio, simplemente no te lo laves el día anterior y, por supuesto, debe estar seco. Procura esparcirla lo más uniformemente posible, así que, coge una brocha y comienza a teñir el pelo de raíces a puntas sin dejar un solo hueco. Ponte guantes para hacerlo y no mancharte las manos.
Después, cuando todo esté bien cubierto, deja reposar el resultado por lo menos dos horas o toda una noche si es posible. Lo mejor es que lo envuelvas en un gorro de baño para que así se absorban mejor los aceites.
Cuando la henna ya se haya secado, aclara el cabello hasta que el agua salga limpia. Después lávalo y aplica una mascarilla o acondicionador para nutrirlo y después volver a enjuagarlo. Déjalo secar al aire y en 48 horas no te laves el pelo.
Además de que es natural y orgánica, a diferencia de los tintes químicos, la henna también nutre por lo que no reseca el cabello. Aporta más brillo, luminosidad y el color es mucho más natural. Además, consigue cubrir las canas perfectamente y puede usarse en cualquier tipo de cabello y también color, simplemente hay que encontrar nuestra mezcla o mezclas perfectas. Puedes teñirte tú misma y no contamina.
Otra de las ventajas de la henna es que, al ser más suave, también puede aplicarse en el rostro. Esto es recomendado para gente con cejas más gruesas. La preparación de la henna para teñirse las cejas con henna es similar a cuando la vamos a utilizar para el pelo, aunque esta vez lo mezclaremos con zumo de limón para oxidar el tinte. Solo con unas gotas bastará. Limpia las cejas y cepíllalas. Después con un pincel o un bastoncillo aplica la henna. Recuerda ponerte guantes. Pon una capa que dejarás actuar durante 30 minutos y después otra que limpiarás al día siguiente para conseguir un resultado uniforme. Elimina la mezcla con un cepillo para cejas.
Pero no es oro todo lo que reluce y la henna, a pesar de parecer ser maravillosa también tiene su cara b. Entre sus desventajas se encuentra su aplicación. Es muy lenta, ya que hay que dejarla reposar horas, se mancha demasiado, de hecho, se recomienda poner vaselina en la frente para que no se manche cuando se cubre el pelo. Es también complicado dar con el tono exacto, al final es un tinte que no actúa de igual manera en todos los cabellos.