Cómo limpiar las brochas de maquillaje: los trucos para no estropearlas

Puede ser que nunca hayas reparado en ello, pero limpiar las brochas que utilizas para maquillarte es algo esencial. Esto ayudará a prolongar la vida útil de estas herramientas tan importantes, y también es básico para que mantengas la piel más sana y tersa.

Y no solamente eso. También, será importantísimo elegir las mejores brochas para conseguir el mejor resultado en su aplicación. En el mercado nos podemos encontrarnos con distintas variedades, como pueden ser las brochas sintéticas o las de fibra natural. Una vez que ya te has hecho con una de ellas, lo que deberás hacer será cuidarlas y limpiarlas bien.

En el caso de que las cuides bien, estas podrán durar años, aunque se deberán cambiar cuando las cerdas comienzan a debilitarse y se caigan. Es muy normal que en las cerdas se apelmace el producto, perdiendo flexibilidad y admitiendo menos producto, lo que hará que no sean del todo eficaces.

Será importante limpiar las brochas de base de maquillaje con cierta frecuencia. Esto sucederá en aquellas brochas en las que se aplique algún producto líquido o en crema, así como en las bases de maquillaje, el corrector o iluminador. Estas fórmulas se acumularán de forma rápida y, por eso, habrá que deshacerse de ellas cada cierto tiempo o limpiarlas con una frecuencia elevada.

En el caso de las brochas que utilices para los polvos solamente se tendrán que lavar una vez al mes. Si se acumula mucho producto es muy posible que se pierda el movimiento, la suavidad y la flexibilidad.

Lo mejor será que para aquellas brochas de fibra natural se haga uso de un limpiador suave. Para ello, podrás hacer uso de cualquier champú junto con agua templada, eliminando los restos de aceite, polvo y ceras. El objetivo de esta limpieza será dejar de lado las bacterias que se acumulan en estas herramientas.

Sí que es cierto que las brochas sintéticas podrán aguantar limpiezas más intensas y podrás hacer uso de un jabón de lavavajillas líquido. Aunque lo más importante será adaptar el método de lavado al tamaño que tenga la brocha. También, será importantísimo secar las brochas boca abajo.