María Pombo, sobre su obsesión por estar perfecta: "A veces me pillo pensando que tendría que adelgazar y no debería"
María Pombo se ha sincerado sobre sus complejos y lo que le afectan los cánones de belleza para tener una relación sana con su cuerpo
Si había algún mortal en el planeta Tierra que no tuviese ni idea de quién es María Pombo, ahora parece imposible que no le ponga cara. Es complicado no asociar este nombre y apellido con la palabra influencer. Y esta popularidad se debe a que, a apenas dos meses de dar a luz al que será su primer hijo con Pablo Castellano, la presencia mediática de esta joven de 25 años es imparable. Y eso tiene su parte buena y la que no lo es tanto.
El estrés que le producen las críticas, sumado a su inminente maternidad y su reciente diagnóstico de esclerosis múltiple, han provocado que se encuentre en un periodo de ansiedad. Pero lo positivo de que su presencia vaya mucho más allá de Instagram es que puede verbalizarlo y servir de referente para muchas personas que están pasando por lo mismo que ella.
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Una de las últimas entrevistas antes de ser mamá la ha concedido a Seven, un podcast presentado por Xavi Martínez en el que cada invitado se enfrenta a los siete pecados capitales, uno por uno. La envidia, la ira, la sobervia, la avaricia o la lujuria han sido parte de esta conversación en la que, al profundizar lo que supone la gula para ella, ha aportado un punto de vista diferente a lo que suele dejarnos ver en sus redes sociales.
Tal y como ha apostillado el presentador, "la gula a veces la asociamos a esos días en los que volvemos a casa a las tres de la mañana y arrasamos con todo". En ese caso, los fans de María tendrían claro que su primer antojo serían las patatas fritas, su adicción confeso. Pero la conversación ha ido a un sitio menos frívolo para abordar esos momentos en los que "una se mira al espejo y sufre por no verse como marcan los cánones de belleza que nos ha impuesto la sociedad".
Así afectan los cánones de belleza a María Pombo
Su respuesta ha sido clara. Aunque apunta que la palabra correcta quizá no sea "sufrir", la prescriptora de moda ha confesado que no siempre está "tan perfecta" como piensa. "Hay veces en las que me pillo pensando, aunque no debería: 'Ay, debería estar adelgazando, o debería tener menos celulitis'. No he sufrido, pero sí que es verdad que nos rodeamos de gente casi perfecta, y aunque ellos te digan que tienen sus defectos (yo intento hacerlo ver en mi Instagram), quieras o no es algo en lo que piensas porque estás 24/7 viéndolo, ya no solo en el móvil, en todos sitios".
A pesar de que tarda en contestar a la pregunta de Xavi por las posibles críticas que le pueda acarrear, Pombo ha querido abrir este debate para desmitificar lo normativo y plantear los serios problemas que implica esta dichosa 'tiranía de estar siempre perfectas'.