La mascarilla de silicona de Mario Casas y otros trucos 'beauty' para la piel de los chicos
Mario Casas comparte su momento de belleza con todos sus seguidores de Instagram
Te damos algunos tips sobre mascarillas hidratantes como las del actor
El cuidado facial masculino es una preocupación en los hombres, y cada vez más una ocupación diaria hasta hace no mucho reservada para las mujeres. No solo Albert Rivera compra productos para su rostro. Mario Casas nos ha contado a través de las redes sociales, ne varias ocasiones, que la estética le preocupa, y esta vez ha publicado una foto en su Instagram donde el actor aparece con una mascarilla en la cara, uno de los productos cosméticos más demandados.
Por hombres y mujeres, si bien la piel de los hombres y de las mujeres es distinta. Los tres factores fisiológicos principales que las diferencian son el grosor, la firmeza y la secreción sebácea, ya que ellos cuentan con un tipo de piel más grasa que la de ellas, así que para los chicos su principal problema suelen ser los brillos.
Hidratación contra impurezas y para luchar contra los brillos
Una vida ajetreada, estrés, una mala alimentación e incluso los cambios de temperatura, entre otros factores, hacen que la piel de tu rostro pierda firmeza y aparezcan impurezas. Para ello también es necesario una limpieza adecuada, para que los poros no queden tapados y la piel pueda así respirar, combinada con cremas hidratantes o mascarillas. Ahora, en verano, la exposición excesiva a la radiación solar también puede ser una causa de deshidratación en la piel, así que para remediarlo te damos algunos consejos sobre los diferentes tipos de mascarillas según su composición y su forma que puedes encontrar en el mercado. ¡Échales un vistazo!
Las mascarillas
- Mascarilla de silicono reutilizable o hidrogel
Al estar hechas con hidrogel, estas mascarillas retienen aún más la hidratación y potencian que los activos penetren en la piel con mayor facilidad. Tienen la forma de la cara y cubren perfectamente tu rostro, como una segunda piel, permitiendo maximizar la absorción de sus principios activos. Algunas son reutilizables y su fijación permite que puedas realizar otras actividades mientras la llevas, como por ejemplo un selfie, al estilo Mario Casas.
- Mascarilla de algodón
Al igual que las de hidrogel, estas mascarillas tienen la forma del rostro, como una máscara, pero al estar hechas de algodón su grosor es mucho más fino. De microfibra empapada en producto, sólo hay que adaptarla a la forma de la cara y dejarla actuar durante unos minutos (15-30 minutos) hasta que se endurezca un poco, para después retirarla suavemente.
- Mascarilla anti puntos negros
Su principal característica es el color negro. Aunque existen de varias texturas, la más conocida es la de textura gel. La principal función de estas mascarillas es la eliminación de impurezas y puntos negros de la dermis y que debes esperar entre unos 20-30 minutos hasta que se seque totalmente para despegarlas de un tirón y llevarte con ella todas las impurezas y puntos negros.
- Mascarilla-antifaz
Pero si prefieres hidratar solo la zona de los ojos y ojeras, puedes optar también por los antifaces. Se trata de unas mascarillas con forma de antifaz que centra su acción alrededor de los ojos. Sirven para hidratar y reafirmar la piel, dando vida a las zonas más apagadas y ayudando a prevenir las pequeñas arrugas que van apareciendo alrededor de los ojos y dan a tu mirada un aspecto de cansada y triste. También te auxilian con el tema de las bolsas y ojeras.
- Mascarilla natural
Aunque si lo tuyo es el mundo natural y libre de parabenos, puedes optar por las mascarillas naturales, a base de plantas aromáticas, aloe o arcillas, sin ningún producto químico. Igualmente ayudan a limpiar e hidratar la piel, regenerando la dermis a partir de fórmulas naturales. Aplica una fina capa de mascarilla evitando la zona del contorno de los ojos y deja que actúe durante unos minutos para después enjuagarte con agua tibia.
Pero si prefieres las manualidades y meter las manos en la masa, también puedes optar por las mascarillas caseras, una opción 'low cost' a la cosmética natural.