Una mascarilla facial casera está elaborada con ingredientes naturales que minimizan el riesgo de alergias en la piel, pero de eficacia demostrada para tratar, limpiar, hidratar, matificar o minimizar arrugas. Se elaboran con productos que se suelen tener en la cocina y bastan dos o tres ingredientes para conseguir cosméticos muy económicos pero completos y muy beneficiosos para la piel.
La miel es uno de los ingredientes básicos para la elaboración de estas mascarillas caseras para la cara, se trata de un alimento con múltiples vitaminas y nutrientes fundamentales para el cuidado del cutis. El uso de mascarillas con miel ayuda a hidratar y calmar, es antioxidante, antibacteriana, exfoliante, promueve la regeneración de la piel y mejora el aspecto del acné, las manchas y las cicatrices. Por todos estos beneficios, se suele utilizar como base para realizar mascarillas caseras.
Tan importante como los ingredientes que utilices para su elaboración, es el modo en que la apliques. Lo más importante es que lo hagas después de desmaquillarte y con la piel limpia, que la dejes actuar el tiempo necesario y que vuelvas a limpiarte la cara después.
La exfoliación de la piel es un hábito necesario para eliminar células muertas, estimular la liberación de toxinas, activar la circulación, promover la regeneración celular y prevenir el envejecimiento. De manera muy genérica, las exfoliantes se clasifican en químicas y mecánicas. Las primeras contienen AHAs, como el ácido glicólico o láctico, para las segundas bastan dos ingredientes, uno untuoso y otro granuloso que es el que ayuda a arrastrar las células muertas de la piel.
Una mascarilla exfoliante a base de miel basta mezclarla con cualquier ingrediente en grano que tengas en casa, desde azúcar o sal a los posos de café. Pero si quieres añadir más beneficios a tu exfoliante, además de los de la miel, puedes combinarla con avena, que ayuda a eliminar la suciedad y las impurezas de la superficie, limpia los poros e hidrata y suaviza la piel y sumar unas gotas de aceite de oliva para aportar un extra de hidratación y suavidad a la piel.
Hay que aplicarla, dejarla actuar 15 minutos y aclarar con agua tibia.
Combatir el acné es el sueño de muchos jóvenes, que no terminan de encontrar una solución definitiva a un problema recurrente. Por esta razón, hace unos años se hizo viral una mascarilla a base de miel creada por la modelo Brianna Lopez.
La fórmula es sencilla, basta mezclar tres ingredientes: una parte de miel pura, media cucharada de cúrcuma y otra media de canela. La miel, entre sus muchos beneficios, ayuda a combatir las bacterias y es un antiinflamatorio natural; la cúrcuma tiene propiedades antibióticas y la canela mejora la circulación y potencia la luminosidad.
Hay que dejarla actuar una hora y después la retira con agua tibia.
Entre los problemas habituales de las pieles grasas está la falta de hidratación, que provoca un efecto rebote en las glándulas sebáceas, que trabajan el doble para sustituir la falta de agua en la piel y no hacen más que agravar el problema. Para evitar la deshidratación es recomendable usar al menos una vez a la semana una mascarilla hidratante, adecuada para pieles grasas.
Para este tipo de pieles, una mascarilla casera muy eficaz se elabora con yogurt, miel y pepino. El yogurt hidrata y favorece la renovación celular, la miel tiene propiedades calmantes, antibióticas y purificantes y el pepino, además de purificar, tiene un alto contenido en vitamina C, un potente antioxidante que activa la síntesis de colágeno.
Para su elaboración necesitas un yogurt natural, una cucharada de miel y tres rodajas de pepino. Los ingredientes se baten en la batidora, la mezcla se aplica durante 15 minutos y se aclara con agua.