Lucir el aspecto natural de un buen maquillaje desde que nos levantamos por la mañana es un sueño posible gracias a técnicas como el microblanding de labios. Tras el éxito del microblanding de cejas, el de labios se convierte en una de las técnicas más demandadas para llevarlos siempre pintados gracias a esta técnica semipermanente. El resultado es tan estético como práctico, porque te permite presumir de labios en todo momento, al tiempo que ahorras el tiempo que tardas en maquillaje y retoques.
Aunque la micropigmentación ya tuvo su boom en los 90, ahora las nuevas técnicas y los pigmentos orgánicos ayudan a conseguir resultados muy naturales, que hacen que nos planteemos muy en serio lanzarnos a definir, embellecer y dar color a nuestros labios durante un largo periodo de tiempo.
La técnica del microblanding no solo consigue un maquillaje semipermanente que nos permite olvidarnos de las barras y lápices para conseguir un color natural y favorecedor. Además, hace que el contorno se vea definido y los labios con un efecto “relleno”.
Así, el microblanding corrige asimetrías y define los labios desdibujados, al tiempo que les da tono y volumen. También consigue atenuar las posibles arrugas que haya en los labios y conseguir un brillo natural como acabado.
A la hora de aplicar la técnica, hay que tener en cuenta que en los labios existen tres tipos diferentes de piel: la del contorno labial, la del borde o perfilado, y la mucosa labial. La fijación del color se produce sobre todo en el perfilado y el contorno, mientras que la zona interior retiene peor el color al carecer de folículos pilosos, y requiere de más retoques.
El microblanding consiste en depositar pigmentos orgánicos por debajo de la piel del labio, realizando microincisiones, y así es como consigue un color semipermanente. Esto se hace con la ayuda de unas plumas que tienen diferentes números de agujas y que se utilizan en función de la zona a tratar. Para el perfilado se suele empezar con una sola aguja y se va a aumentando el número hasta llegar a la zona del relleno de labios.
Cuando se escucha hablar de agujas es inevitable hacerse la pregunta de cuánto duele la micropigmentación. Los expertos aseguran que, más que dolor, podemos sentir alguna molestia, pero que puede evitarse aplicando una crema anestésica antes de realizar el tratamiento.
La tendencia a la hora de maquillarse es clara, y además nos parece de lo más acertada, y no es otra que tratar de conseguir un resultado lo más natural posible, que realce la belleza natural sin enmascararla.
Por eso la recomendación es optar por tonos rosados, rojizos transparentes o un efecto gloss. Estos tonos ayudan a resaltar los labios de forma suave y cálida y no hacen que te sientas excesivamente maquillada.
Es cierto que se trata de una decisión estética personal, pero conviene atender a los consejos de los profesionales, que prefieren descartar los tonos oscuros como los marrones y burdeos. El motivo es que tienen un contenido de negro muy alto en su composición, y el resultado suele oscurecerse más de lo que te gustaría con el paso del tiempo, además de ser difícil de corregir.
Para acertar con el acabado que deseas, lo ideal es que te hagan un estudio del subtono para ver cuál es el color de tu mucosa, que varía de una persona a otra e influye en el resultado.
Se trata de una técnica segura siempre que, por supuesto, acudas a un centro autorizado y te pongas en manos de buenos profesionales. Si es así, tendrás asegurado que el centro cumpla con las normas de higiene, que el producto sea de calidad y que el técnico que te lo aplique esté cualificado. Además, lo esperable es que se aseguren de que no tienes alergia a ninguno de los productos que van a utilizar mediante un test de tolerancia.
A pesar de ser una técnica completamente segura, hay casos en los que es mejor descartarla o tomar ciertas medidas de prevención. Por ejemplo, las personas propensas a los herpes labiales es mejor que consulten previamente con su médico. También se descarta aplicar el microblanding a personas en tratamiento de quimioterapia o radioterapia, que tomen algún tipo de vasodilatador o mujeres embarazadas. Si se padece algún tipo de enfermedad de la piel tampoco es recomendable.
Si has seguido algún tratamiento con antibióticos u otro tipo de medicamentos es necesario que lo hayas concluido una semana antes. También deberías evitar el consumo de alcohol en los días previos al tratamiento.
El efecto del tratamiento dura entre un año y cinco, dependiendo de factores como el comportamiento de la piel y la mucosa del paciente. La técnica y el color elegido también influyen en la duración. En cualquier caso, lo ideal es hacerse un retoque una vez al año para mantener el color en buen estado. Y el precio suele oscilar entre los 300 y los 600 euros.