Son muchas las personas que tienen el pelo graso, una circunstancia que puede convertirse en una molestia en el día a día, ya que hará que el cabello se ensucie mucho más rápido. Pero tranquila, debes saber que existen distintos trucos para decirle ‘adiós’ a la grasa de tu cuero cabelludo. Así, podrás lograr que tu pelo se vea más limpio, suelto, sedoso y, sobre todo, con mucho volumen.
Pero, ¿por qué se tiene el pelo graso? Lo cierto es que la grasa no es del todo mala, ya que se encarga de evitar la sequedad y proteger la piel y el cuero cabelludo de las agresiones externas. Eso sí, hay ciertas ocasiones en las que las glándulas sebáceas están más activas de lo normal y dejan el pelo mucho más untuoso, lacio y apelmazado.
Para acabar con este complicado problema será muy importante que sigas una rutina de lavado correcta. Es aquí donde la mayoría de personas cometen errores, ya que no saben identificar qué tipo de pelo tienen y cuál es la mejor forma de cuidarlo. Por eso, será muy importante conocer bien tu cabello y seguir unos sencillos trucos.
Las razones por las que aumenta la grasa en el cabello son variadas. Esto sucede en el caso de un lavado inadecuado o una falta de lavado. También, en aquellas personas que usan productos de limpieza muy fuertes o con demasiados químicos, que no serán buenos para la piel. Muchos champús y acondicionadores son verdaderamente irritantes y afectan al pH de la piel. Esto puede estimular la secreción de las glándulas sebáceas. Lo mismo sucederá cuando dejamos pasar varios días sin lavar el cabello y, sobre todo, cuando hace mucho calor.
El pelo graso puede deberse a factores genéticos u hormonales, es decir, podrá ser hereditario. Además, los cambios hormonales que se producen en algunas etapas de la vida, como el embarazo, la pubertad o la menstruación, también pueden engrasar el pelo debido a una mayor producción sebácea. De la misma forma, el pelo graso también podrá darse en un cabello que sea muy lacio o fino. Cada hebra del cabello tiene dos o tres glándulas sebáceas que lo humectan o lo irrigan. Si el pelo es demasiado fino, no utiliza toda la grasa secretada, depositándose todo ese exceso en la superficie.
Para lograr deshacerte del pelo graso, lo más importante será cepillar el pelo antes del lavado. Para ello, tendrás que poner la cabeza hacia abajo y pasar el cepillo para eliminar los posibles residuos de la polución o de los productos de fijación. Además, este truco también será recomendable para mejorar el lavado de cualquier cabello, pero especialmente indicado para aquellos que ya son grasos.
Será muy importante que conozcas bien tu pelo y, por tanto, deberás elegir un buen champú que sea adecuado para él. Los ingredientes de este tipo de champú limpiarán en profundidad y ayudarán a regular la secreción del sebo, a la vez que aportan cierto volumen. También, será muy importante que te fijes en que el producto no contiene sulfatos.
Durante el verano es muy probable que tengas más grasa en el cabello, debido a una mayor transpiración y a que el cuero cabelludo se encuentra en contacto con el sol. El calor estimulará la producción de glándulas sebáceas y lo mismo ocurrirá cuando uses el secador de pelo, la plancha o el agua de la ducha demasiado caliente. Por eso, tendrás que bañarte con agua tibia, usar sombreros o pañuelos y, también, trata que el cabello se seque por sus propios medios.
Cuando estamos aburridos es muy común tocarse el pelo y eso no será nada recomendable si lo tienes graso. Si estás nervioso o ansioso, lo mejor será que no hagas rulos en tu cabello. Toda la grasa y toda la suciedad de las manos pasarán al pelo y lo engrasarán más. Los masajes también podrán engrasar tu pelo.
Si quieres decir ‘adiós’ a tu pelo graso sin salir de casa, lo más recomendable será que uses zumo de limón. Para ello, deberás exprimir el zumo de dos limones y mezclarlo con dos tazas de agua destilada. Luego, deberás colocarlo en un envase y lavar tu cabello con el enjuague de esta mezcla. Déjalo actuar durante unos cinco minutos y, después, enjuaga. También, la yema de huevo será una buena aliada para acabar con la grasa. Para ello, habrá que mezclar en un recipiente dos yemas de huevo con algunas gotas de zumo de limón. Luego, habrá que aplicarlo en el cabello aún mojado y dejarlo actuar durante unos minutos.