El pelo rizado vive su mejor momento. Hemos pasado de ocultar los rizos a base de planchas y alisados de peluquería a reivindicarlos como se merecen. Ahora los miramos con nuestros mejores ojos, y queremos disfrutarlos y presumir de ellos. Para que eso ocurra debemos cuidarlos como una verdadera curly girl, y el primer paso es conocer qué tipos de rizo existen y cuál es el tuyo. No todos los rizos son iguales, y para sacarle partido al tuyo debes identificarlo, así te será más fácil buscar los productos y cortes qué mas te favorecen. Dependiendo de si son más abiertos o cerrados, podríamos hablar de pelo ondulado, pelo rizado y pelo afro. ¡Comenzamos!

Es el más habitual, y aunque no pensaras que se incluía entre los pelos rizados, es uno de ellos por derecho propio. A medio camino entre un pelo liso y un pelo rizado, tiene la ventaja de que se adapta muy bien a los dos extremos si lo trabajas un poco. El posible inconveniente es que hay días en que si lo dejas a su aire, el acabado puede ser indefinido. Pero como estamos en una época en la que triunfa la naturalidad, también en el cabello, tendencias como las freezy waves dejan claro que, sea como sea, tu rizo es bonito.

Las ondas pueden aparecer de medio a puntas, y en ese caso son de las más favorecedoras, con brillo y volumen. Cuando las ondas empiezan en la raíz, hay más riesgo de que se encrespen, pero esto es algo que puedes controlar con un producto antifrizz.

Si eres de las afortunadas que tienen la onda y el rizo desde la raíz, pero con un acabado definido de manera natural, ya sabrás que necesitas poco para presumir de pelazo. 

En este tipo de cabello no hay duda de que nos encontramos antes un pelo rizado. Los rizos son definidos, pero sufren mucho la humedad, por lo que la clave para que luzcan espléndidos es esencial hidratarlos muy bien con aceites específicos y mascarillas. Si no es así, pierden definición y son más propensos al encrespamiento. Sean más abiertos o más cerrados, consiguen un volumen sensacional si se tratan con mimo, se trabajan un poco y te haces un corte que favorezca el rizo, como el shaggy. 

El rizo que más se ha querido ocultar es hoy el más deseado por la belleza que puede llegar a tener y la personalidad que aporta a quien lo luce. Eso sí, es el rizo que más cuidados exige de todos. Es el más sensible a la humedad y más que encrespado, puede verse muy áspero si no se le hidrata todo lo que necesita. 

Es un rizo muy cerrado, a veces en forma de S y a veces en forma de zigzag, de diferentes grosores, y que puede llegar a encoger el cabello hasta un 75%. Si es el tuyo y consigues dominarlo, harás que todos giren la cabeza a tu paso.