El otoño es una época de cambios: cambia el estilo de tu ropa, cambia la manera en que te maquillas y apetece estrenar look dando un nuevo estilo a tu pelo. Los cortes de pelo del otoño 2020 se llevan cortos, medios y muy largos, lisos, con ondas o rizados, rectos y a capas, es decir, que los hay para todos los gustos y estilos, depende de cuánto pelo quieras cortar, de tu tipo de cabello y de la forma de tu rostro.
Entre las tendencias para pelo corto hay que hablar de pixie, bowl cut, mullet y bob; en largos medios triunfan el long bob, la media melena y el corte shaggy. En cuanto a los cortes para pelo largo hay dos tendencias contrapuestas: el estilo salvaje y la melena ultralisa. Si crees que necesitas un corte, te damos ideas para que encuentres inspiración para tu próximo look.
Se llama así al corte de pelo más cortito. Hay numerosas variantes de corte pixie, desde el rasurado de Zoe Kravitz, al despuntado o aquellos que juegan con los volúmenes en el flequillo, la coronilla y las patillas, dependiendo de la forma de cada rostro. Estos últimos permiten más libertad a la hora de manejar el pelo y conseguir looks más o menos sofisticados.
El bowl cut es un pixie con nombre propio. Se caracteriza porque va rasurado en la nuca y con capas más largas y redondeadas en forma de tazón en el flequillo y la coronilla. Este corte equilibra los rasgos de un rostro alargado, pero no favorece a las caras redondas o con forma de diamante. Puedes llevarlo completamente liso y peinado hacia adelante, con raya lateral o despeinado y con algunas ondas como Alysa Coscarelli.
El mullet es este corte asimétrico que lleva Sara Carbonero, muy corto por delante y con mechones más largos en la zona de la nuca y las patillas, parecía desterrado de las tendencias, pero ha vuelto con mucha fuerza. Solo apto para mujeres arriesgadas y perfecto cuando quieres dejar crecer un pixie cortito.
El bob es un corte a la altura de la mandíbula que favorece a todo tipo de rostros que puedes llevar recto, lo mejor si tienes el cabello poco abundante o cortado a capas, ideal para pelo fino pero abundante. Si tienes el rostro redondo puedes equilibrar los rasgos peinándolo con raya lateral y si lo tienes cuadrado, favorecer que lo lleves un par de centímetros más largo de la línea del mentón.
El bob clásico se lleva liso, pero no es la única opción pues tiene el largo suficiente para lucirlo en una melena ondulada o crear peinados con ondas. En este caso recibe el nombre de wob (wavy bob), una opción perfecta para lucir una melena cortita muy natural.
Cuando el corte bob empieza a crecer y pasa la línea de la mandíbula se convierte en long bob, un corte fácil, cómodo y versátil que se adapta igual de bien a al pelo rizado y al pelo liso.
El corte shaggy es un corte recuperado de los años 70 se caracteriza por llevar capas pequeñas que aportan textura, volumen en la parte superior y un flequillo cortina largo y despuntado. Es recomendable para dar volumen a los rostros alargados.
Este corte favorece especialmente al pelo rizado. Si lo que buscas es presumir de volumen, combínalo con un largo bob y si prefieres un estilo más rockero, apuesta por el long bob o la media melena.
Para las que no quieren arriesgar está la opción de la media melena, un corte cuyo largo está entre la clavícula y el pecho. Es poco atrevido, pero tienes que olvidarte del extra-liso y peinarlo con volumen y con efecto en las puntas, como Dua Lipa, así le darás un aire nuevo de indudable actualidad.
Para las melenas larguísimas (y no hablamos de melenita, sino del largo a la cintura) la tendencia es el corte recto, sin capas. La buena noticia es que se llevan en todas sus versiones, dependiendo de tu tipo de cabello: extra lisa, rizada, ondulada o salvaje.
Los flequillos han vuelto para quedarse una temporada y lo hacen a lo grande para acompañar a todo tipo de corte. El tupido de Aitana para melenas larguísimas, el desfilado para combinar con el corte mullet, el tipo cortina para acompañar a un corte a capas y los rectos por encima de las cejas para los bob al más puro estilo Amelie.