Pilar Rubio, a sus 42 años, luce una enviada silueta, y si no la conociéramos, nos costaría creer que ha dado a luz cuatro veces. Pero los trucos no existen y su estado físico es fruto de su trabajo y constancia. La presentadora demuestra día a día por medio de sus post en Instagram que para lucir una figura de infarto hay que hacer deporte, descansar adecuadamente, hidratarse constantemente y seguir una dieta sana y equilibrada. Elisa Blazquez, su nutricionista, ha elaborado un menú semanal basado en sus gustos, las cargas de entrenamiento y su ritmo de vida. Un plan de comidas que ha querido compartir con sus seguidores para desmentir el mito de “que estar en forma equivale a pasar hambre”.
“Para mí es básico adaptar la alimentación a los entrenamientos de cada día, lo necesito para estar en pleno rendimiento, conseguir los objetivos de ganancia muscular y hacer una buena prevención de salud”, resaltaba la colaboradora de televisión la importancia de ser consciente de los alimentos que nos llevamos a la boca. “Os animo a buscar siempre calidad y variedad en vuestra dieta, será vuestra mejor aliada”, animaba la mujer de Sergio Ramos a sus seguidores y ponía de ejemplo su carta personalizada: “En este menú buscamos un correcto equilibrio de nutrientes, pero no solo eso… es importante no perder el disfrute por la comida con recetas apetecibles, aportar mucha variedad y calidad”.
Pero sus buenas intenciones han pasado a un segundo plano cuando sus seguidores han empezado a recriminarla que ella dispone de un trabajo y unas empleadas del hogar que le permiten estar cumpliendo a rajatabla este personalizado menú. “Esto lo puedes hacer tú porque puedes y tienes quién te haga las cosas de la casa”, le echaba en cara un seguidor. “No todo el mundo tiene en casa una criada que haga las comidas” o “Se nota que ella no lo prepara” son algunos de los comentarios recogidos en este post que apoyan esta teoría. Inclusos hay quienes piensan que su plan está diseñado para “tener un cocinero en casa”.
Además de cuidar su dieta, Pilar, al igual que su marido, es una amante del deporte, sometiéndose a duras sesiones de entrenamiento. Adora cuidarse y llevar un estilo de vida de lo más saludable. Y ahora, que ha empezado una nueva etapa en París, no iba a descuidar su imagen. La madrileña publicaba una imagen en un gimnasio, donde puede "escucharse" a la vez que ponerse en forma. Para presumir hay que sufrir, y ella, ajena a las críticas, es consciente que tiene que ser constante si quiere conservar su espectacular cuerpo.