Usar un protector solar facial a diario, no solo en verano, se ha convertido en un gesto básico de belleza. La razón es que los rayos ultravioleta (UVA y UVB) provocan efectos nocivos en la piel que van del envejecimiento prematuro (manchas, arrugas, deshidratación, pérdida de colágeno y elastina) hasta enfermedades que pueden ser muy peligrosas.
Concienciarse en la importancia de usar una crema solar facial es el primer paso, pero encontrar la adecuada a tus necesidades es fundamental para utilizarla cada día. Entre la inmensa variedad de cremas de protección solar se pueden encontrar cremas solares hidratante, con color, antimanchas, aguas en espray, con factor 10, 30 o 50. Las opciones son muchas y diversas, así que no hay excusa para olvidar lo importante que es proteger la piel de los rayos UV.
Si utilizas crema de protección solar a diario en la cara y el escote conoces la parte negativa de este cosmético y es que, especialmente las más densas, suele dejar restos en la cara y la piel muy pálida. Para quienes se maquillan de manera habitual tienen la opción de pasarse a un protector solar con color como Unifiant Blur alisador SPF 50 de La Roche Posay. Este cosmético es la suma de una base de maquillaje y un protector solar, es decir, ayuda a disimular las imperfecciones al tiempo que sirven de barrera a los rayos UV.
Este tipo de protectores no sólo se encuentran en formato crema, el mercado ofrece una diversidad de opciones como el maquillaje compacto, el cushion, las BB creams, las CC cream, los polvos o el stick, que además cuentan con diferentes tonos para elegir el más adecuado a tu color natural de piel.
Para quienes buscan en un solo cosmético una base de maquillaje y un protector solar, lo ideal es un maquillaje compacto como el Compacto coloreado con SPF 50 de Avene, que además de proporcionar una alta protección contra los rayos UV con antioxidantes para luchar contra los radicales libres, ayuda a enmascarar las imperfecciones cutáneas y maquillar las pieles con pigmentación irregular aportando a la piel un tono natural, homogéneo y mate.
El formato cushion, que como Heliocare 360º Color Cushion Compact SPF50+ parece una polvera con una esponjita porosa que sirve para impregnar el producto y aplicarlo en la piel. Tiene una textura que permite un acabado denso o ligero, en función de la cantidad de producto, mate y sin brillos. Además de fotoprotección, incorporan ingredientes hidratantes y se puede reaplicar las veces que sea necesario, porque es tan cómodo que lo puedes llevar a todas partes.
La BB cream, como la deliplus de Mercadona, además de incluir un SPF 30, ayuda a lucir una piel radiante al contar con ingredientes que hidratan, nutren, aportan luminosidad y revitalizan las pieles apagadas, además de atenuar las manchas y las primeras arrugas.
Por su parte una CC cream como la Emulsión Antiedad Solar Avanzada SPF 50 de Germaine de Capuccini está pensada para pieles algo más maduras (a partir de los 30 años) porque, además de corregir el tono e hidratar la piel, actúa como serum, crema de día, corrector y crema antiedad.
Los polvos como el UV Mineral Brush de Isdin con SPF 50, son aptos para todo tipo de pieles y especialmente recomendables para las pieles grasas. No hay que tener miedo a dejar la piel desprotegida porque a pesar de ser polvos, resisten al agua y al sudor.
El formato stick, como Alga Maris Stick Solar Spf 50+ Color de Laboratorios Biarritz con certificado ecológico, es uno de los formatos más cómodos para llevar a todas partes. Está especialmente pensados para zonas sensibles como ojos, labios o cicatrices y entre sus virtudes destacan la comodidad a la hora de aplicarlo y su resistencia al agua y al sudor.
Estas aguas con SPF están especialmente pensadas para la cara y el escote y son perfectas para quienes no soportan la sensación pegajosa de los filtros solares. A pesar de su ligereza, estas aguas proporcionan una protección de amplio espectro frente a los rayos ultravioleta (UVA y UVB). Su textura penetra con facilidad en la piel sin dejarla pegajosa ni grasa, además refrescan, no dejan rastro y son cómodas de usar.
La fórmula Hydrabio agua hidratante SPF 30 de Bioderma está enriquecida con activos antioxidantes, hidratantes y antienvejecimiento. Eso supone, en un solo gesto, protegerse contra los radicales libres y activar las defensas naturales de la piel. También es de destacar la comodidad de su forma de aplicación, ya que basta agitar, pulverizar sobre la piel, incluso encima del maquillaje, y dejar secar.
Las pieles más jóvenes, que no necesitan tratar problemas como arrugas o flacidez y sin patologías que requieran tratamiento específico, pueden optar a diario por una crema hidratante con factor de protección como la Loción Hidratante Rostro SPF 25 de CeraVe, adecuada para pieles normales y secas que además de mantener la piel hidratada gracias a las ceramidas, la niacinamida y el ácido hialurónico, ayuda a restaurar la barrera protectora de la piel.
En cuanto al factor de protección que se debe elegir, si la exposición solar no es muy elevada bastará con una hidratante con SPF 25, de lo contrario el factor de protección debería ser más elevado, entre 30 y 50 dependiendo de si la piel es más o menos clara.
Las hidratantes con protección requieren tener disciplina en su aplicación pues tan importante es extender bien la crema, para no dejar piel desprotegida, como reaplicarla pasadas un par de horas.
Este cosmético es mucho más que un protector solar facial, es una crema de tratamiento que además de SPF debe estar formulada con activos despigmentantes que reduzcan las manchas y eviten la aparición de otras nuevas. El Protector Solar Antimanchas de Bella Aurora con SPF 50, además de garantizar la protección frente a los rayos UV, contiene ingredientes como el extracto de Miltracarpa y Gayuba, que reducen la producción de melanina, inhibiendo la tirosinasa, o el extracto de Curcumina, con acción anti-inflamatoria y despigmentante.
Otras formulaciones que tratan las manchas de la piel son los ácidos glicólico, kójico, retinoico o azelaico -alfa hidroxiácidos (AHA)-, el ácido ascórbico, la niacinamida y la rosa de mosqueta.