Del frío al maquillaje: diez maneras de disimular los ojos cansados para ir al trabajo
Una mala noche puede hacer que te levantes al día siguiente con los ojos cansados, enrojecidos o hinchados.
Si, además, tienes que ir a trabajar, seguramente todo tu empeño esté en disimular el aspecto de cansancio y conseguir que tu mirada se vea lo más fresca posible.
Con estos consejos que te damos, parecerá que has dormido 8 horas plácidamente.
A todas nos ha pasado en más de una ocasión. Dormir poco por haber tenido una mala noche, o habernos liado la manta a la cabeza y haber trasnochado más de la cuenta, termina por notarse a la mañana siguiente, sobre todo en nuestros ojos. Ellos son los primeros en mostrar los signos del cansancio mediante el enrojecimiento, las ojeras o las dichosas bolsas.
Y si esto ocurre en fin de semana, con dormir un poco más puede que lo solucionemos, pero cuando no es así y tenemos que ir al trabajar, disimular los ojos cansados se convierte en todo un reto. Para conseguirlo y que llegues a la oficina con la mirada como si hubieras dormido (casi) ocho horas, aquí tienes estos diez trucos de profesional.
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Frío, frío
Este truco es uno de esos de toda la vida que se ha ganado toda nuestra confianza por su gran efectividad. Si te levantas con los párpados hinchados, aplicar frío en ellos es, posiblemente, la mejor forma de que recuperen su forma habitual. El frío ejerce una acción vasoconstrictora que acelera el riego sanguíneo, rebajando visiblemente la inflamación.
Puedes envolver un cubito de hielo en un paño (nunca directamente) y pasarlo por los ojos con ligeros toques. También funciona empapar dos discos de algodón en un tónico hidratante y meterlos en el congelador mientras, por ejemplo, te duchas.
Parches para el contorno de ojos
Aunque el frío es muy eficaz, puede que seas de las previsoras que siempre tiene a mano unos parches para el contorno de ojos con acción reafirmante e hidratante. Si son efectivos, pueden lograr que parezca que has dormido más horas de las que han sido en realidad. Y si los guardas en la nevera para que estén fresquitos, mejor que mejor.
Reduce la sal en todas las comidas
Empezando por el desayuno. Nada de embutidos, ultraprocesados o sal añadida en las tostadas. La sal favorece la retención de líquidos, y esta hará que tus ojos (y el resto de la cara) se vean hinchados. En cambio, prueba a incluir en tus comidas del día alimentos diuréticos, como los espárragos, o frutas como la piña.
Cambia el café por una infusión
Aunque el cuerpo te esté pidiendo a gritos un café para hacerle frente al sueño, te recomendamos que lo sustituyas por un té. El agua va a ser la mejor bebida que puedes tomar a lo largo del día para deshinchar los ojos, así que ten siempre una botella a mano y olvídate, al menos por hoy, de los refrescos y del alcohol.
Utiliza un colirio
Tener un colirio hidratante, con ácido hialurónico, te salvará en más de una ocasión. Con solo unas gotas es impresionante cómo se refresca la mirada, disminuyen las rojeces, y los ojos se ven más blancos y brillantes. Un consejo: guarda una dosis individual en el bolso para volverlo a utilizar si fuera necesario a lo largo del día.
Un corrector de textura cremosa, tu gran aliado
El corrector de ojeras es uno de esos productos de maquillaje sin el que muchas no podríamos vivir, sobre todo cuando las ojeras están más pronunciadas de lo habitual. Si la causa es la falta de sueño, además, la piel de esa zona estará reseca y lo que necesitamos para cubrirla sin dejar rastro es un corrector de textura cremosa.
A falta de corrector, siempre nos queda el maquillaje
Si tu corrector es muy seco o no te queda, un maquillaje en formato líquido puede ser una solución igual de buena. Aplícalo debajo del ojo, como si se tratara del corrector, logrando una capa algo más gruesa de la que vas a utilizar en el resto del rostro. No es cuestión de que sea una diferencia visible, pero sí de que incidas algo más con el producto en las zonas que más lo necesitan.
Y, por supuesto, recurre al iluminador
Un iluminador aplicado correctamente es capaz de hacer maravillas en el rostro. Puede que a diario no sientas la necesidad de recurrir a él, pero cuando se trata de disimular el cansancio, es casi imprescindible. Utilízalo en zonas estratégicas, como la del lagrimal, para conseguir una mirada más limpia, despejada y, evidentemente, luminosa.
La máscara de pestañas, en su justa proporción
No renuncies a ella, ni mucho menos, porque será la encargada de que tu mirada sea más amplia y parezcas más descansada. Pero no es el mejor día para aplicarte varias capas, ya que puedes conseguir el efecto contrario. Puedes ponértela, por ejemplo, en las pestañas más exteriores para que el ojo se vea más abierto.
El maquillaje en el rostro
Incidiendo en el maquillaje del resto de la cara no vas a conseguir parecer más descansada. Apuesta porque la piel se vea jugosa e hidratada, y aplica un poco de blush en las mejillas para conseguir un “efecto buena cara”. Para los labios, utiliza un bálsamo hidratante y un labial rosado que te dé un aspecto natural.