Rutina de noche en cinco pasos para cuidar del frío la piel de tu rostro
La piel del rostro sufre en invierno las consecuencias del frío y de los cambios bruscos de temperatura.
Para cuidarla y protegerla, evitando que se irrite y deshidrate, es fundamental adaptar nuestra rutina de cuidado facial, sobre todo por la noche.
Te contamos cuáles son los pasos que debes seguir para que tu piel esté luminosa e hidratada, a pesar del frío.
Sabemos la importancia que tiene mantener una rutina de limpieza e hidratación facial mañana y noche para cuidar nuestra piel como es debido. Pero lo ideal es adaptarla a la época del año, ya que las necesidades de la piel varían según el clima. Cuando llega el invierno podemos encontrarnos con que está reseca e irritada a causa del frío. Y es que durante estos meses va a necesitar hidratación y protección extra para hacer frente a los cambios bruscos de temperatura y las inclemencias del tiempo.
Por la mañana, los expertos recomiendan, tras la limpieza, aplicar un sérum de vitamina C o una hidratante que la contenga. Y, por supuesto, no olvidar una crema con SPF 50. La vitamina C ayuda a que el rostro se vea luminoso y lleno de vitalidad y el protector solar crea una barrera de protección contra los efectos nocivos de la radiaciones solares en la piel. Pero ¿es igual la rutina de cuidados por la noche? Lo cierto es que no, y es igual de importante (si no lo es más) que la de la mañana.
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Por la noche, los cuidados que realicemos en la piel deben ir dirigidos a repararla después de estar expuesta durante todo el día a los agentes ambientales, y a renovarla aprovechando las horas de descanso. Para ello, los pasos que recomiendan los expertos son los que te contamos a continuación.
Comienza con una doble limpieza
Ya te hemos hablado en alguna ocasión de la doble limpieza facial coreana. Siguiendo el ejemplo de las mujeres con la piel más bonita del planeta, hemos aceptado que, sobre todo por la noche, la limpieza ha de realizarse en dos pasos. De esta manera nos aseguramos de que la piel queda realmente limpia, sin restos de maquillaje, contaminación o grasa que se acumulan a lo largo del día en la piel.
En primer lugar utiliza un desmaquillante de tipo oleoso, porque son los más eficaces para eliminar el maquillaje, la suciedad e, incluso, la grasa. A continuación, utiliza un limpiador de base acuosa, que dejará la piel realmente limpia, ya sea líquido, en pastilla o una espuma al agua.
No te saltes el tónico
Es el gran olvidado en las rutinas faciales en casa, pero incorporarlo tras la limpieza marca la diferencia de manera visible. El tónico cierra los poros y deja la piel lista para que los productos de tratamiento que apliques a continuación hagan el máximo efecto. Busca uno que se adapte a las necesidades de tu piel, para que puedas aprovechar sus beneficios al máximo.
Un sérum de ácido hialurónico
Podrías utilizarlo también por la mañana, junto a la vitamina C, pero con que lo apliques por la noche correctamente es suficiente. Puesto que, tal y como hemos dicho, la piel se deshidrata mucho en invierno, recurrir al ácido hialurónico es indispensable. Lo recomendable es que elijas un formato en sérum, porque penetrará en profundidad en la piel y, además, de hidratarla, tendrá un efecto antiedad.
Retinol, tu aliado antiedad
El retinol es un derivado de la vitamina A con una acción antiedad que lo hace imprescindible para tratar las líneas de expresión, reduce los poros abiertos, mejora la textura de la piel y estimula la producción de colágeno. El momento para utilizar el retinol es siempre por la noche, ya que por el día podría irritar al piel.
Una o dos veces por semana
Puedes sustituir el ácido hialurónico y el retinol un par de noches a la semana por una crema hidratante especial para la noche. Además, puedes aprovechar el cambio en la rutina para utilizar un exfoliante suave. Y un día a la semana utiliza una mascarilla con ácido hialurónico para una hidratación profunda de la piel.