Tamara Gorro, tras semanas sin teñirse, enseña sus canas: "Se llevan"

Hace unas semanas, Tamara Gorro pasaba –de manera inesperada para su ‘familia virtual’- por el quirófano para extraer un quiste en el ovario que debía de ser analizado. Tras unos días llenos de preocupación e inquietud por los resultados, la mujer de Ezequiel Garay “respiraba tranquila” y tranquilizaba a sus seguidores anunciando que se trataba de un tumor benigno. Una noticia que intensificaba la felicidad en la influencer. Y es que, cuando la vida te sonríe, uno se olvida de estar perfecto. Eso es exactamente lo que le ha ocurrido a Tamara durante este periodo de recuperación: se ha grabado sin maquillar, con ropa de andar por casa, enseñando su tripa hinchada por la intervención y, ahora, descubriendo sus canas con total orgullo. Un acto con el que demuestra que cumple con su mensaje de que hay que “quererse y aceptarse” en todos los aspectos.

“¿Nadie se ha dado cuenta de las canas que tiene la Gorro?”, preguntaba directamente la presentadora mientras las señalaba y se reía. “No me tiño desde antes de operarme. Es que no he tenido tiempo, pero tampoco ganas”, admitía en esta secuencia de stories. “Oye, no pasa nada, se llevan y ya está”, quitaba finalmente hierro al asunto para después lanzar un gruñido.

Como demostración de lo poco que le importaba el que se le notara que su tinte estaba empezando a desaparecer, Tamara confesaba que se había dado cuenta de que se estaba grabando con sus dientes manchados por el pintalabios. “Las canas vale pero, ¿y esto? (…) la madre que me trajo”, exclamaba, escribiendo un texto en el que aseguraba que iba a dejar de grabar porque “se estaba desmontando poco a poco”.

Tampoco ha querido desaprovechar la ocasión para dejar a la vista otra de las secuelas que le ha generado, de forma temporal, la operación: el hinchazón de la tripa. La mamá de Antonio y Shaila reflexionaba sobre los cuerpos y defendía la autoaceptación. “Voy a ser muy clara, ¿Qué quiero transmitir con estas fotos?”, lanzaba esta pregunta de forma tajante a sus followers.

En la primera imagen, la influencer posaba tratando de disimular las consecuencias de haber pasado por el quirófano. En la segunda enseña “su hinchazón sin pudor”, pero “sintiéndose bonita”. Y en la tercera, posaba al natural. “Me acepto, me gusto, me valoro y me quiero”, garantizaba, asegurando que le parecía licita cualquier opción y lanzando a todos aquellos que estaban leyendo el texto un verdadero consejo vital: “la perfección no está en la medida y cuerpo perfecto. Está en lo mucho que uno se quiera y acepte”.