El sol, el agua de mar y de piscina
Las pieles grasas y las que sufren los granos y espinillas, parecen mejorar con la llegada del verano. La transformación se debe a que el sol reduce la humedad natural de la piel y provoca la evaporación del agua que alimenta a las bacterias. La sal marina produce el mismo efecto que el sol y el cloro de las piscinas purifica y desinfecta inmediatamente.
Pero la unión de estos tres factores puede tener un efecto rebote, por eso es importante que la piel siempre esté hidratada y a la hora de exponerte al sol nunca olvidar la protección más adecuada para tu tipo de piel. Si la tienes grasa, elige texturas ligeras, no untuosas y no olvides el ritual de limpieza día y noche.
Limón y miel para tratar los granos y espinillas
Los granos y espinillas suelen aparecer en el momento más inoportuno pero un remedio eficaz para combatirlos, siempre que no haya detrás una patología, es elaborar una mascarilla natural con dos cucharadas de miel y el zumo de un limón. Cada noche hay que lavar la cara masajeándola con esta mezcla y retirarla con agua.
La miel es un producto con efecto antiséptico, antibacterial y antimicrobial, además tiene un pH similar al de la piel por lo que previene la sequedad. El limón es un blanqueador natural por lo que ayuda a diluir las marcas que provocan los granos y espinillas.
Naranja y cilantro contra el acné
Mejorar la apariencia del acné requiere, además de una buena alimentación, mucha limpieza. Para combatirlo se necesita mucha paciencia y productos adecuados como la vitamina C que es eficaz contra el acné por sus propiedades antioxidantes y desintoxicantes. Se puede conseguir un tónico facial muy eficaz mezclando el jugo de la cáscara de una naranja con medio litro de agua mineral que se debe aplicar en la cara con un algodón tras la limpieza facial. Se conserva bien guardándolo en la nevera.
Contra este problema también son eficaces las propiedades antibióticas y antibacterianas del cilantro y la cúrcuma. Con ellos se puede elaborar una mascarilla con una cucharada de cilantro, una pizca de cúrcuma en polvo y unas gotas de agua para crear una pasta. Tras la limpieza de la noche se frota la cara con la mezcla obtenida, se retira el exceso y se lava con agua al día siguiente.
Orégano y aloe vera contra los puntos negros
El verano agrava el problema de los puntos negros que se producen cuando los poros de la piel se obstruyen por la secreción excesiva de las glándulas sebáceas. Se pueden combatir con la aplicación de una mascarilla preparada con una infusión de orégano (1 ramita o 2 cucharadas de orégano seco) y la pulpa de dos tallos de aloe vera.
El orégano es astringente, antibacteriano y antiséptico. Mezclado con el aloe vera, que contiene sustancias que penetran en la piel extrayendo el sebo y las toxinas del interior de nuestros poros, se consigue mejorar la limpieza de la piel y regular los niveles de grasa.
Tomate y leche contra las manchas
Los estragos del sol aparecen en la piel no sólo en forma de arrugas sino también de manchas. Para que desaparezcan y lograr un tono uniforme existe un tónico facial para aplicar tras la limpieza que se obtiene de mezclar la pulpa de un tomate (a la que se debe añadir agua para rebajar la acidez) con 3 cucharadas de leche.
Las propiedades antioxidantes del tomate y su capacidad para estimular la producción de colágeno, unidas a la acción blanqueante de la leche hacen de este tónico facial un gran aliado contra las manchas. Hay que evitar la exposición al sol mientras el tónico hace efecto (unos 15 minutos) y siempre utilizar un factor de protección adecuado.
Manzana y canela para la piel grasa
Las pieles grasas necesitan cuidados especiales para evitar brillos, granos y espinillas. Las propiedades de la manzana, que ayuda a extraer la grasa de los poros y a eliminar toxinas, están en su piel, por eso es uno de los ingredientes necesarios para elaborar una mascarilla en la que se mezcla la manzana con una cucharada de miel, media cucharada de canela (con propiedades antimicrobianas) y una cucharada de avena (de acción calmante e hidratante). Se aplica en la piel al menos dos veces a la semana. Hay que dejarla actuar durante al menos 15 minutos y retirarla con agua templada.
Un regalito para la piel seca con melocotón y yema de huevo
No sólo las pieles grasas sufren con la llegada del verano, las pieles secas se deshidratan fácilmente y necesitan un aporte extra de vitaminas. Aplicar una mascarilla elaborada con la yema de un huevo (que contiene 7 vitaminas y 13 minerales) y un melocotón triturado (con propiedades antioxidantes) durante 30 minutos un par de veces a la semana mejora la elasticidad de la piel.
Puedes añadir la pulpa de un aguacate que promueve la flexibilidad de la piel y la producción de colágeno, y un plátano con propiedades humectantes y anti-envejecimiento.