Hacer que el cabello crezca rápido es uno de esos deseos que nos encantaría ver hechos realidad. Y aunque no es posible verlo crecer de un día para otro, lo cierto es que podemos ayudar a acelerar este proceso con trucos muy sencillos que están a nuestro alcance. El pelo que crece rápido es el pelo sano, que acompaña a un cuerpo saludable que se alimenta correctamente. Por eso hacerlo crecer no es tan difícil como parece, si tienes en cuenta lo que te contamos a continuación.
Sabemos que es de las cosas que más cuesta hacer cuando lo único que quieres es ver crecer tu melena, pero las puntas deterioradas no ayudan a que el cabello crezca y lo estropean. No es necesario que te cortes más de la cuenta, pero no deberías esperar más de 3 meses para darle un repaso a las puntas. En ese tiempo ha crecido lo suficiente para que el corte sea casi imperceptible y permitir que tu cabello siga creciendo sano y con fuerza.
Una de las claves de un cabello sano es que esté bien hidratado. Por eso es imprescindible que apliques el acondicionador tras el lavado con el champú. Pero cuidado, procura no excederte con la cantidad, porque solo conseguirías ensuciar el cabello, más que hidratarlo, y eso también lo terminaría perjudicando.
Recuerda utilizar una mascarilla nutritiva una vez por semana, sobre todo si ya tienes el pelo largo, porque estará más estropeado y la hidratación del acondicionador no será suficiente. Procura dejarla actuar al menos 10 minutos antes del aclarado para que haga verdadero efecto.
Aprovecha esos minutos para darte un masaje en el cuero cabelludo, para que mejore la circulación en los folículos: cuanto mejor sea, más rápido crecerá tu pelo.
O al menos tibia, pero nunca caliente para terminar el aclarado, porque se dañan los filamentos del cabello. El agua fría (o tibia) ayuda a que tu pelo crezca más rápido y también más sano, por lo que su aspecto mejora de manera visible. Si quieres, puedes aclarar los productos como el champú o el acondicionador con agua tibia y reservar los últimos segundos para el agua fría. Es un pequeño gesto que marca una gran diferencia.
Descarta las toallas grandes y pesadas, y elige una que sea lo más fina posible. Seca el cabello con cuidado, sin frotar, y evita dejarlo envuelto en la toalla para que no se rompan los filamentos. Tras la toalla, la mejor opción es dejar que el cabello se seque al aire. Si esto no es posible, ponlo siempre a baja temperatura y no lo acerques demasiado al cabello.
Evita usar las planchas todo lo que puedas, ya que el calor es el gran enemigo de un cabello fuerte y sano dispuesto a crecer. Y si las utilizas, procura aplicarte antes un protector térmico para evitar todo el daño posible.
Y el cepillo también. Deshecha los peines de plástico, que facilitan la rotura del cabello, y sustitúyelos por una que tenga las puntas de madera. Las púas del cepillo sí pueden ser de plástico siempre que la punta sea redondeada y la base acolchada para una mejor ventilación.
Cuida también la manera de cepillarte, no lo hagas nunca con brusquedad. Empieza siempre por las puntas y ve subiendo progresivamente, porque si lo haces al revés conseguirás que el cabello se rompa. Presta especial atención al cepillado con el pelo aún mojado, porque es entonces cuando es más quebradizo y se pueden formar nudos muy difíciles de deshacer. Recuerda, suavidad ante todo.
Sabemos que lo más habitual es utilizar una funda de algodón, pero quizás sea el momento de cambiar la tuya por una de seda o satén. Estos tejidos evitan la fricción del cabello causada por el roce, de tal manera que disminuye la cantidad de nudos que se te puedan formar por la noche y que facilitan que el pelo se rompa al intentarlos desenredar. Además, ya puestos, el tacto de la seda y del satén es mucho más agradable que el del algodón, así que puedes concederte ese pequeño placer a la hora de dormir que también hará que tu cabello crezca más rápido, tal y como deseas.
Cabello sano, cuerpo sano. Una dieta equilibrada influye tanto en el aspecto del cabello como en la velocidad de crecimiento. En realidad solo necesitas aplicar el sentido común y seguir las recomendaciones que seguro que ya conoces: frutas, verduras y proteínas no deben faltar en tu alimentación. Tampoco los carbohidratos complejos procedentes de las legumbres o del arroz y la pasta (mejor en su versión integral), porque te aportan la dosis de minerales y vitaminas que tu cuerpo necesita. Si piensas en tomar algún suplemento alimenticio que complemente tu dieta es mejor que lo hagas siempre bajo la supervisión de un profesional médico.
Si alternas los peinados y no te realizas recogidos demasiado fuertes estarás cuidando de tu fibra capilar. Cambia de sitio la coleta, déjatelo suelto, recógelo con un pañuelo… es motivador, te ayudará a variar de look, y cuidarás de tu cabello para que crezca tal y como quieres.