Aprender a limpiar zapatos y otros prendas de ante no es tan complicado
El ante es una auténtica debilidad y le suma puntos a culquier look.
El problema habitual es limpiarlo, algo que a veces nos parece una misión imposible, pero solo necesitas saber cómo hacerlo para conservar tu calzado y ropa.
Nos encanta el calzado de ante en cualquier versión: botas, botines, zapatos, sandalias, tacones… pero es inevitable que sintamos cierto rechazo a hacernos con un nuevo par si nos paramos un segundo a pensar en lo fácilmente que se ensucian y lo aparentemente complicado que nos resulta limpiarlos. Y esto nos pasa con cualquier prenda de ante, no solo con los zapatos.
El ante es suave, apetecible, elegante y versátil, pero la idea de que podamos perder cualquier prenda de este material porque se manche y quede inutilizada nos lleva en muchas ocasiones a descartarla a la hora de comprar.
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Cuando sacas tus zapatos del armario para la nueva temporada
Lo habitual es que guardemos unos zapatos en el armario al final de una temporada, y que permanezcan allí unos meses hasta que vuelve a llegar la hora de utilizarlos. Es entonces cuando podemos descubrir que el polvo se ha acumulado en ellos, y que se encuentra incrustado entre las fibras. Para volver a ponerlos a punto solo necesitas un cepillo especial para calzado que sea de cerdas suaves y cepillar con cuidado. También puedes utilizar un cepillo de dientes suave que no utilices y que esté completamente seco. Para terminar, repasa la superficie con un paño húmedo.
Si lo que ha ocurrido es que los has guardado en algún sitio con humedad y eso les ha causado manchas, puedes quitarlas con un paño limpio humedecido en soda. Pásalo por la zona de la mancha y luego seca con un paño de algodón. Hazlo manualmente, sin aplicar calor de manera directa para que el ante no se estropee. Y para que no te vuelva a ocurrir, si tienes un armario que desprende humedad, guarda la próxima vez el calzado junto a unas bolitas antihumedad.
Manchas de barro, las más habituales
El calzado y las manchas de barro son inevitables, y parece que los zapatos son de ante tienen un imán especial para atraerlas. Pero que no cunda el pánico, solo tienes que ser paciente y esperar hasta que el barro se seque para limpiarlo. Si intentas quitar la mancha con el barro aún húmedo lo más fácil es que consigas estropear todo el calzado. Una vez que la mancha se ha secado solo tienes que cepillar con cuidado con un cepillo igual que el que habrías usado para retirar el polvo. Si la mancha se resiste prueba a quitarla con una lima de uñas, pero con mucha suavidad.
La lluvia, la enemiga del ante
Cuando nos sorprende la lluvia y llevamos un calzado de ante no podemos evitar entrar en pánico. Si solo han sido unas gotitas bastará con frotar sobre las pequeñas manchas con un paño limpio y seco. Después lo dejaremos secar.
Ahora, si ha caído un buen chaparrón y se ha empapado el calzado la prioridad va a ser que no se deforme. Para evitarlo introduce papel de periódico o secante que sirva para, además, absorver al máximo la humedad, y deja que se sequen, cambiando el papel del interior si ves que es necesario.
Si el calzado se mojó y se secó sin que te diera tiempo a limpiar las manchas es mejor que lo humedezcas todo, por ejemplo con un spray, y luego seca frotando con un paño limpio. En cualquiera de estos casos el acabado siempre será mejor si terminas con un cepillado.
Pisotones y rozaduras
Pisar y ser pisado forma parte de la vida, sin metáforas. Y a veces basta con estrenar calzado para que en cuanto nos despistemos alguien nos dé un buen pisotón de manera accidental. Si esto ocurre cuando el calzado es de ante la solución es de lo más sencilla, ya que en cualquier tienda especializada puedes encontrar gomas para eliminar las manchas en el calzado delicado. Con ellas puedes frotar la mancha hasta que desaparezca y luego rematar la faena con un cepillo.
Es un truco muy conocido utilizar, en lugar de la goma de las zapaterías, una tipo MILÁN, de las de toda la vida. Eso sí, nada de gomas de colores o que se dehagan con mirarlas. Tiene que ser resistente y de un color neutro para que no se manche más el calzado.
¿Y la ropa?
Los mismos trucos que puedes usar para limpiar unos zapatos, son los que puedes usar para limpiar cualquier prenda de ante que tenga las manchas que te hemos dicho anteriormente. Pero, además, has de saber que, en contra de lo que se suele pensar, el ante sí se puede lavar. Es cierto que es preferible hacerlo a mano, y que está completamente prohibido utilizar cualquier tipo de detergente. Puedes utilizar, en cambio, un poco de suavizante. Si prefieres meter la prenda en la lavadora también puedes hacerlo, pero sin mezclarla con nada más y usando un programa para prendas delicadas y con el agua fría.
La hora de secar la prenda, la recomendación es rellenarla con papel de periódico para que absorba la humedad, pero eso sí, teniendo mucho cuidado de no hacer malformaciones en la ropa con la forma del papel para que no se estropee su aspecto.